La prensa. No puedo evitar fiarme de lo que se publica en ella a pesar de la cantidad de disgustos que esa creencia me ha ocasionado. Ayer El Correo publicó un suelto que de ser cierto provoca estupor. Con la que está cayendo, un señor llamado Barea presenta un estudio, es un decir, con soluciones mágicas para Sevilla. Una cátedra sobre iniciativa e innovación que dirige ese ciudadano presenta 20 propuestas para que Sevilla se convierta en lo que, a su entender, no es una capital cultural a la que acudan en masa los turistas.
Parte de una premisa científica donde las haya: que Sevilla no está de moda. Porque él lo diga. Como si hubiera un sistema científico de medición de lo que está o no está de moda. No espero más para decir que este trabajo es una tomadura de pelo cocinada con cuatro simplezas, con cuatro ocurrencias de un enterado.
Sevilla no está de moda. ¿Quién está de moda? Valencia, Málaga. El periódico no censura la notita de agencia. El científico dice que una de las causas que provocan la debilidad de Sevilla es el escaso poder adquisitivo de los sevillanos y el periodista lo escribe. ¿Cuánto ha costado pagarle a este señor Barea este cúmulo de despropósitos? Y, ¿quién lo ha pagado? Mañana sin falta habría que llamar al responsable de la cátedra Sánchez-Ramade para preguntarle si tienen un servicio de control de lo que se publica bajo su firma.
El estudio por aceptar llamarlo así dice que tenemos que atraer a turistas ricos a base de tópicos sofisticados. Y puestos a dar una lista de ideas (de tonterías) el científico propone las tablas de la ley que sacarán a Sevilla de su situación y la pondrán de moda. Un festival de ópera, este hombre no conoce Sevilla, no cabe duda. Atraer tiendas de lujo para turistas ricos, brillante ¡vive dios! La moral le impedirá a Barea proponer la creación de prostíbulos de lujo o centros de blanqueo de dinero del narcotráfico. Por eso prefiere proponer que se atraigan estrellas de cine o a la realeza internacional. O un salón del toro, no le basta la Maestranza. Anda ya.
Abogado. crosadoc@gmail.com