La veintena de familias que reside en el Corral del Cura, un edificio de pisos sociales de propiedad municipal, se despertaron el miércoles sobresaltadas. "Otra vez nos dejan sin luz". Dos operarios de una subcontrata de Sevillana Endesa retiraban la precaria instalación que suministra electricidad a este bloque, rehabilitado hace menos de una década, en el que conviven decenas de inquilinos realojados de otros bloques y personas con escasos recursos. Varios de ellos salieron a protestar. Llamaron a la Policía, pero no hubo nada que hacer. Volvieron a llevarse el contador. Vuelta a empezar.
El patio, que anualmente se viste con una colorida decoración y que periódicamente se transforma en escenario teatral, se llenó de vecinos que huían de la oscuridad de sus viviendas. La preocupación duró esta vez sólo unas horas, hasta que el Ayuntamiento halló una solución provisional, y hasta que, a primera hora de la tarde, Sevillana devolvió el contador.
Son horas de inquietud para Reyes. Su tía, de 90 años y con una grave enfermedad, yace en una cama que se llena de aire con unos compresores eléctricos. Al irse la luz, se viene abajo. Son horas de agonía para Eduardo Corriente, que vive en el corral desde hace más de cinco años y que se conecta a una máquina de oxígeno 18 horas al día. Tensa espera hasta que se aclare cuánto durará esta vez. Cuánto tardará el Ayuntamiento en frenar una actuación que se produce periódicamente. Cada vez que Endesa advierte a sus operarios de que el contador del edificio municipal es ilegal y de que el corral vive desde hace más de cinco años con una instalación provisional.
Esta vez fueron unas horas. El director de la Oficina Técnica de Atención al Inquilino en Situacion de Abuso (Otainsa), Ángel Monge, acudió al lugar de los hechos para tratar de explicarle a la Policía y a los operarios que en el corral viven enfermos terminales, pesonas de avanzada edad. Y horas después, Endesa rectificó y encargó a su personal que se devolviera el contador.
Otainsa y los vecinos admiten el origen del problema: el Corral del Cura, en Pagés del Corro, se diseñó mal. Cuando se ejecutó la rehabilitación, no se le dotó de las instalaciones necesarias para mantener el suministro de luz, lo que obligó a habilitar un contador provisional, instalado en la fachada como si se tratara de un inmueble en obras. Periódicamente, Endesa detecta estas irregularidades, asumidas por el Consistorio, y, sin previo aviso, sus operarios acuden a retirar la instalación eléctrica.
"Ya estamos tramitando la solución definitiva a este problema. Pero hay que esperar a que se complete la obra del solar contiguo al corral para ejecutar el proyecto. Pero aquí hay personas mayores y enfermos que no pueden quedarse ni un día sin luz", señala Ángel Monge. Es la misma explicación que le dio a los operarios de Endesa y a la Policía, sin que esto evitara que se llevaran el contador. Eso sí, a primera hora de la tarde lo volvieron a instalar. Ahora tienen luz. Al menos de momento.
