Cultura

Otro ballet es posible

Somos iguales, somos diferentes y nuestra diversidad puede culminar en una gran unidad. Es el punto de partida de este espectáculo dividido en dos partes claramente diferenciadas...

el 16 jul 2011 / 17:18 h.

Somos iguales, somos diferentes y nuestra diversidad puede culminar en una gran unidad. Es el punto de partida de este espectáculo dividido en dos partes claramente diferenciadas, aunque fieles al espíritu de la compañía cuyo principal objetivo es investigar y dar a conocer las posibilidades del lenguaje de la danza en su diálogo con la música.

La primera está formada por una pieza corta divida, a su vez, en dos fragmentos que giran en torno a dos piezas musicales antitéticas: el solo de cello Lachemann, de corte plenamente contemporáneo, y las variaciones de La muerte y la doncella de Schubert.

Más que de un ballet propiamente dicho se trata, como reconoce la propia compañía, de "una acción musical carente de adornos" que se sirve de una puesta en escena íntima y desnuda para explorar los límites de comunicación del cuerpo en su encuentro con la música. Para ello la coreografía lleva a cabo una singular combinación de pases a dos y cuartetos que despliegan un sinfín de estampas impactantes aunque un tanto efectistas.

Lástima que, en su afán por buscar la unidad con la música, el juego de contrarios apuntado por la elección musical no acabe de desarrollarse del todo. No obstante, cabe destacar la capacidad expresiva de los bailarines, así como su absoluta limpieza técnica, cualidades que alcanzan su máximo esplendor en la segunda parte, donde la producción no escatima medios.

Inspirada en el famoso poema épico de Ariosto, esta pieza se propone reflexionar sobre los sentimientos y pasiones que igualan a los seres humanos de diferentes culturas. Para ello Mauro Bigonzetti ha elaborado una coreografía repleta de imágenes de enorme plasticidad que se sumergen en el espíritu del poema pasando del amor a la confrontación, de la tragedia a la ironía con una suerte de combinación de números corales con pases a dos, tríos y cuartetos que despliegan una multitud de figuras y movimientos que, por desgracia, en su afán esteticista se alejan de la emoción y abusan de la reiteración.

De la misma manera, la puesta en escena recurre a una pieza musical que emula el espíritu épico del poema clásico, al igual que la escenografía, la iluminación y el vestuario, que remiten al esplendor de imperios como el griego o el romano.

En ese sentido podríamos decir que esta propuesta es la más se ha beneficiado de un marco tan connotado como el del Teatro Romano, recuperado para el gran público por el Festival de Itálica en esta edición.

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FICHA TÉCNICA:

Obra: Pressión/  Incanto Dall’Orlando Furioso

Lugar: Festival de Itálica. Teatro Romano 15 de julio

Compañía: Arteballetto

Coreografía: Mauro Bigonzetti

Música: Helmut, Fran Schubert/ Georg Fiedrich Handel

Intérpretes: Los bailarines de la compañía

Calificación: Tres estrellas

 

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