Se acabó 2009, empezó 2010 y el Betis, más que nunca, necesita hacer caso al viejo y topiquísimo dicho de ‘año nuevo, vida nueva'. La prueba es evidente hasta para quienes aún sufran los efectos de la resaca de la Nochevieja: el equipo está en Segunda, la crisis económica lo ahoga y la fractura social lo divide, así que si algo necesita la centenaria entidad de Heliópolis, es precisamente una nueva vida. Los béticos no pueden comerse las próximas uvas con un panorama tan deprimente y hoy, 2 de enero, los suyos reanudan la búsqueda de su meta prioritaria, el ascenso, en su campo y ante el Huesca, una conjunción de factores que debería conducirles a su primer triunfo del recién estrenado año.
El Betis, en condiciones normales, tendría que ganar hoy porque eso es lo que lleva haciendo casi toda la temporada en su estadio (cinco triunfos, tres empates y cero derrotas) y porque su rival puntúa muy poco cuando sale de El Alcoraz (una victoria en la primera jornada, un par de empates y paren de contar). Los verdiblancos, además, apenas han encajado dos goles en casa, y el último data ya de hace tres partidos y medio. Antonio Tapia, encima, cuenta con todo, ya que ningún futbolista se pierde la cita ni por sanción (vuelve Pavone, en perjuicio de Capi) ni por lesión ni por la Copa de África. En otras palabras, Emana jugará antes de irse a Angola (y perderse un mes de Liga) y el entrenador, si quiere, podrá repetir la alineación que ya goleó al Nástic en la última comparecencia en Heliópolis... y que cayó sin rechistar frente a la Real Sociedad en el último choque prenavideño.
Dicho todo lo cual, el Betis recibe al Huesca fuera de la zona de ascenso. La razón también es sencilla y hasta los resacosos se acordarán de ella: la irregularidad. El equipo verdiblanco es intratable en su estadio, pero fuera no da una a derechas. Si lleva tres victorias seguidas en Heliópolis, también suma tres derrotas seguidas lejos de allí. El resultado, seis de quince puntos (nueve contando con el partido aplazado ante el Villarreal B) que en un momento dado lo devolvieron a la zona de ascenso pero que inmediatamente lo sacaron de ella. Ahora, el líder está a nueve puntos; el Hércules, segundo, a siete; y el Cartagena, tercero, a tres. Eso significa que el Betis no puede tropezar si no quiere alejarse a más de un triunfo de distancia del ascenso. Es complicado hasta que vuelva a ser tercero tras esta jornada. Para ello necesitaría que el Cartagena pierda hoy en casa contra el Córdoba y que el Rayo no se imponga mañana al Levante.
El primer requisito, obvio, es que derrote al Huesca de Toni Doblas, que está en Sevilla desde ayer por la tarde y disfruta de su mejor racha del curso. Son tres jornadas sin perder (2-1 al Rayo y 2-0 al Castellón en El Alcoraz y 1-1 en el campo del Real Unión) que han permitido al equipo aragonés huir de la zona de descenso, aunque fuera de casa... Triunfó en su primer viaje (0-2 en Elche) y empató en el siguiente (1-1 en Murcia), pero a partir de ahí encadenó derrota tras derrota, cinco en total (2-0 en Anoeta, 2-1 en Salamanca, 2-1 en Córdoba, 2-0 en Huelva y 1-0 en Cartagena), y sólo en Irún rompió esa racha. Para el Huesca, sin embargo, ser decimocuarto es un éxito. Para el Betis, no ganarle es un fracaso. Y el Betis no está para empezar 2010 con más fiascos.
