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Otro gafe camino de Europa

El Betis, como si del juego de la oca se tratase, va de gafe en gafe y pierde porque le toca. Hace un mes fue el Deportivo y hoy llega el Espanyol, cuyos éxitos en Heliópolis son incontables. Y puede que juegue sin Tamudo ni Luis García, pero es el Espanyol, gafe y obstáculo camino de Europa. Foto: J.M. Cabello.

el 15 sep 2009 / 19:27 h.

El Betis, como si del juego de la oca se tratase, va de gafe en gafe y pierde porque le toca. Hace un mes fue el Deportivo y hoy llega el Espanyol, cuyos éxitos en Heliópolis son incontables. Y puede que juegue sin Tamudo ni Luis García, pero es el Espanyol, gafe y obstáculo camino de Europa.

Este Betis que gana mucho, pierde poco y no empata nada desde que acabó de subir el famoso Tourmalet tiene hoy por delante una ocasión aparentemente pintiparada para reanudar su victorioso camino, interrumpido hace una semana en Mestalla, y acercarse a la zona europea a la misma velocidad a la que se aleja del peligro. La presunción de triunfo fácil, o triunfo por lo menos, se le supone por su trayectoria reciente, su fluidez para encontrar el camino hacia la portería rival y las importantísimas bajas de su adversario, pero hay que recalcar la palabra 'aparentemente' porque ese oponente no es cualquiera. Es el Espanyol.

Las estadísticas acuden al rescate de este planteamiento que puede sonar poco creíble, habida cuenta de que el conjunto barcelonés acumula cuatro derrotas consecutivas en la Liga, llega sin sus dos atacantes más cualificados y acaba de efectuar el socorrido cambio de técnico que realizaría cualquier club en su situación, víctima de una racha que lo ha hundido en la cuarta posición por la cola, a un solo punto del antepenúltimo. Los números, sin embargo, justifican la precaución con que Paco Chaparro se toma este choque porque el Betis, entre una cosa y otra, no vence al Espanyol en Sevilla desde hace siete años, que se dice pronto.

La bestia negra de los verdiblancos, con permiso del Dépor, quizás sea menos bestia y menos negra sin Tamudo ni Luis García, pero su historial reciente en Heliópolis no puede ser una casualidad. Y hay más datos: los periquitos, que empalmaron cinco victorias consecutivas entre 1996 y 1999, sólo han perdido en una de sus doce últimas visitas (2-0 en la 2001-02); fue un simple espejismo, porque desde entonces no han vuelto a caer en La Palmera (cinco empates y otra victoria).

Las matemáticas, de todas formas, también dicen que este Espanyol ahora en manos de Mané es uno de los visitantes más endebles de la categoría. No ha marcado ni un gol en sus tres últimos viajes y en general se ha quedado sin marcar en cinco de sus siete últimos encuentros, justo desde que coronó el Tourmalet.

Diferencias post Tourmalet. He aquí la gran diferencia entre unos y otros. El Espanyol se ha convertido en candidato al descenso después de dejar atrás a los grandes y el Betis es uno de los mejores del campeonato desde esa etapa crítica en la que incluso se vio exiliado a la plaza de colista. En apenas cinco jornadas, el equipo verdiblanco se reconcilió con la suerte del gol y remontó la corriente hasta rozar los puestos de UEFA, aunque la semana pasada se separó un poco de ellos al tropezar en Mestalla.

Para intentar que el gafe espanyolista empiece a ser historia y conseguir su segunda victoria consecutiva en casa -rara avis en el Betis contemporáneo, todo sea dicho-, Chaparro posee el privilegio de repetir alineación, aunque existe la duda de que Monzón conserve su puesto por encima de Fernando Vega. Ahora bien, para incertidumbre, la que ronda a Mané, cuyo debut estará mediatizado por las ausencias de su centrocampista más relevante, Moisés, y sus dos goleadores, Luis García y Tamudo: entre ambos marcaron seis de los diez últimos goles que el Espanyol ha hecho al Betis. Y aun así habrá béticos que no se fíen, claro.

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