Los conflictos y revueltas callejeras continúan en Grecia después de doce días tras la muerte de un adolescente por un disparo de la policía. La situación se agravó el jueves aún más después de que un joven resultara herido de bala por un disparo de origen desconocido a las puertas de un instituto en el barrio ateniense de Peristeri.
Según las primeras informaciones, los estudiantes fueron objeto de un disparo por parte de un desconocido cuando se encontraban en la calle conversando sobre las manifestaciones estudiantiles por la muerte del joven Alexis el pasado 6 de diciembre. El herido, Giorgos Paplomatas, fue trasladado a la Clínica Metropolitana de Atenas, donde uno de sus médicos declaró a los periodistas que se extrajo de la muñeca del joven una bala de cinco milímetros de diámetro y veinte de largo.
El paciente, de 16 años, no ha sido herido en ningún órgano vital ni ha sufrido daños graves a pesar de que otros compañeros de la víctima declararon a la policía que escucharon un segundo disparo en el lugar después de que resultara herido su compañero. Sin embargo, apenas hay detalles sobre el incidente, que se produce en medio de una oleada de protestas por la muerte del joven Alexis que continúa por decimosegundo día consecutivo.
Después del incidente, el Partido Comunista de Grecia (KKE) denunció en un comunicado "el intento de asesinato dirigido contra el movimiento organizado de estudiantes y sus miembros", y por tal motivo convocó una manifestación por la tarde en el barrio de Peristeri en protesta por el incidente, dado que Paplomatas es miembro del comité de estudiantes de su centro de secundaria.
Tras conocer la noticia, el ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, prometió un rápido esclarecimiento de los hechos y llamó a la calma al asegurar que en "las horas cruciales" que vive el país todos deben apoyar "la paz social". Por su parte, el viceministro de Educación, Andreas Likutentzos, declaró que estaba preocupado por los incidentes y también insistió en pedir calma "para limitar las tensiones y las acciones extremas".
Informe pericial. Por otra parte, los primeros datos conocidos del informe balístico sobre la muerte del joven el pasado 6 de diciembre por disparos de la Policía reflejan que el proyectil rebotó contra una superficie dura antes de alcanzar a la víctima, según informó la prensa local.
Según el diario Ta Nea, los peritos llegaron a la conclusión de que la bala tocó una superficie dura a una altura de 40 ó 50 centímetros del suelo antes de rebotar e impactar en el pecho del adolescente. A pesar ellos, dicha conclusión fue adelantada ya la semana pasada por el abogado de los dos agentes implicados en la muerte del menor, quienes se encuentran en prisión preventiva.
