El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, obligó ayer a Ronaldinho a prolongar su entrenamiento pese a que el brasileño ya había enfilado el camino a los vestuarios. Fue el mismo día que Ernesto Bronzetti dijo que esta temporada es la "buena" para que el jugador salga del Barça.
Rijkaard llamó a Ronaldinho cuando éste se disponía a abandonar el campo de La Masía junto al argentino Leo Messi y otros titulares del partido del domingo y le indicó que todavía debía completar unos ejercicios físicos antes de irse a la ducha. Ronaldinho, acostumbrado a quedarse en el gimnasio en las sesiones de recuperación o a darlas por finalizadas cuando él lo considera oportuno, aceptó las órdenes del técnico de mala gana y, con semblante serio y aire displicente, se dispuso a completar los ejercicios.
Rijkaard, no contento con la actitud del jugador, incluso se acercó corriendo hacia él para que aumentara la intensidad en estos últimos minutos de entrenamiento, mientras el delantero hacía como si las consignas de su entrenador no fueran con él.
Ronaldinho recuperó la titularidad ante el Deportivo y marcó, de penalti, el empate a uno, pero su actuación global volvió a ser más bien discreta, lo que le podría llevar de nuevo al banquillo en el encuentro de la Liga de Campeones ante el Stuttgart.
y encima aparece bronzetti. El incidente con Ronaldinho se produjo horas después de que el intermediario italiano Ernesto Bronzetti, consejero del Milan, indicase que "este podría ser el año bueno" para la salida del brasileño del Barcelona. "De todos es sabido que (Silvio) Berlusconi (presidente y propietario del Milan) ha dicho que si Ronaldinho fuese puesto en venta el Milan estaría en primera fila. Y el jugador siempre indicó que si deja el Barcelona no iría al fútbol inglés y que le gustaría el Milan", comentó Bronzetti.
El agente apuntó dos motivos por los que piensa que Ronaldinho podría dejar el Barça al final de esta campaña: "El primero es la abundancia de delanteros que tiene el Barcelona. El principal es que al final de 2008 aumenta la fiscalidad que deben pagar y del 25% se pasará al 33 ó 40%, por lo que Ronaldinho, pese a tener un contrato amplio, desea uno nuevo".
El intermediario indicó que en el caso que Ronaldinho se acogiese a la normativa UEFA, que permite a un jugador liberarse tras cinco años en un club, la cantidad que debería recibir el Barça es de "16 o 17 millones de euros". "Pero eso es algo que no va a utilizar ningún gran club europeo", añadió Bronzetti, que vino a reconocer una especie de pacto para no ejecutar esa normativa.
Bronzetti, que reveló que habla a menudo con Ronaldinho y su hermano y representante, también señaló que existe "el peligro del Chelsea", aunque "el jugador ya ha dicho que no desea jugar en Inglaterra", reiteró.
