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Otro monumento de alfareros

Los monumentos, independientemente de su estética, unas veces recuerdan la Historia y otras consagran el mito mientras aquella sigue en otro lado, en la "Historia de los barros vidriados de Triana", de Gestoso...

el 14 sep 2009 / 22:48 h.

Los monumentos, independientemente de su estética, unas veces recuerdan la Historia y otras consagran el mito mientras aquella sigue en otro lado, en la "Historia de los barros vidriados de Triana", de Gestoso -por ejemplo- donde habitan olvidadas las sagas alfareras. Allí aprendemos que llegaron al arrabal desde otros barrios, que muchos eran moriscos y cómo, de generación a generación, se fueron haciendo castellanos. Encontramos las fechas de sus bautismos -ya adultos- en Santa Ana, apadrinados en ocasiones por nobles, y también los matrimonios gracias a los cuales se emparentaron con italianos y flamencos. Comprendemos entonces, sin mitos, por qué convivieron allí hasta hoy los azulejos andalusíes con los de Pisa y los de Delf.

Sabemos que se llamaron maestre Hamete Agudo, o Juan Fernández, su sobrino; Cristóbal García, padrino de bautismo de aquel, Abrahem y Ali Aguja, Juan de Córdoba, Audalla, ahijado de Doña catalina de Ribera, Maestre Mohamed, Juan Rodríguez, padrino de negros olfareros, maestre Zaide, Francisco Andrea, flamenco, socio de Roque Hernández y Cristóbal de Augusta, su yerno; Juancho de Aranzubia, Alonso Sánchez, padrino de Bartolomé Suero y de Pedro Márquez, moriscos, Luis García, morisco de Talavera... Pero no rotulan calles, ni están en basas de esculturas, ni tienen "soleás"; sólo son una Alianza de Civilizaciones. En vivo y en directo.

Antonio Zoido es escritor e historiador

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