Apenas 24 horas después de uno de los atentados más mortíferos de los últimos años en Argelia, el terrorismo volvió a golpear el país con dos ataques bomba en la ciudad de Bouira, también en la región de Cabilia, que causaron al menos 11 muertos y 31 heridos, según informó el Ministerio de Interior.
La primera explosión se produjo a las 06.45 hora española contra el cuartel del Ejército de la ciudad y provocó cuatro heridos entre los militares, además de importantes daños materiales. La fachada exterior del cuartel quedó totalmente destruida a consecuencia de la deflagración, que causó también numerosos daños en varios vehículos situados en las inmediaciones. 15 minutos después estallaba el segundo coche bomba, que el suicida hizo explotar contra uno de los principales hoteles de Bouira y que alcanzó a un autobús de pasajeros que estaba parado en ese momento delante del establecimiento.
Uno de los heridos declaró a la televisión pública argelina en el hospital que "el autobús paró para recoger a sus pasajeros ante el hotel y, una vez que éstos subieron y se cerraron las puertas, se produjo una gran explosión".
Esta segunda deflagración causó 11 muertos y 27 heridos, principalmente entre los pasajeros del autobús, que transportaba a empleados argelinos de la empresa de trabajos públicos canadiense SNC Lavalin, encargada de construir una presa en el noroeste de la provincia. La explosión provocó también importantes daños materiales en las inmediaciones.
Los dos atentados de ayer se producen un día después del ataque suicida del martes que causó 43 muertos y 45 heridos en la Escuela Superior de la Gendarmería de Les Issers, en la provincia de Boumerdes.
El atentado de Les Issers, en el que murieron 42 civiles, fue uno de los más mortíferos de los últimos años en Argelia, con mayor número de víctimas incluso que los dos ataques suicidas del 11 de diciembre de 2007 en la capital argelina.
Sólo desde comienzos de agosto han muerto 65 personas en atentados terroristas en el país y más de 90 han resultado heridas, pese a las constantes operaciones de las fuerzas de seguridad, especialmente en la Cabilia, donde mataron a 12 presuntos terroristas a principios de mes. Las autoridades atribuyen la intensificación de los ataques a la "debilidad" de los grupos terroristas, aunque los medios argelinos destacaron la "impotencia" del Gobierno frente a estas acciones y se preguntan si la organización denominada Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) se encuentra realmente debilitada.
El ministro de Interior, Yazid Zerhouni, dijo que "atacando a los civiles los terroristas demuestran su debilidad y que no esperan ningún objetivo político". "Los grupos terroristas atacan sin distinción a todos los ciudadanos para vengarse de la sociedad que rechaza apoyarles. Confirman que tienen enormes problemas y recurren a los atentados para animar a sus partidarios, desalentados por las operaciones del Ejército", afirmó.
Aunque aún no ha habido reivindicación de los atentados de ayer y del martes, todos los indicios atribuyen los ataques a AQMI, nombre que adoptó en octubre de 2006 el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).
Los comandos han centrado casi exclusivamente sus atentados de las últimas semanas en la región de la Cabilia, lo que el ministro de Interior atribuye al "intrincado relieve montañoso que caracteriza esa región, lo que facilita su huida tras cometer esos actos innobles". El Ejército argelino lanza casi a diario operaciones de rastreo en los montes de la zona, con el apoyo de helicópteros de combate y de unidades de artillería.