"Nos hemos pedido perdón y hemos aprendido de los errores". PA y PSA dieron ayer el primer paso hacia el acuerdo para ir juntos a las elecciones autonómicas. El bloque se concretará en próximas reuniones, al igual que el papel de Pacheco, aún en el aire.
El pacto se vislumbra, pero aún no está cerrado. Ambos partidos abrieron ayer las negociaciones con un encuentro que sirvió para analizar la situación política y social de Andalucía, "una realidad que no nos gusta y queremos cambiar juntos". Tienen ilusión y buenas intenciones, y saben que para unir sus fuerzas antes deben superar sus desencuentros. "Hemos dejado atrás las disputas y sólo nos importa mirar hacia el futuro", explicaron los que comparecieron como portavoces de PA y PSA, Antonia Agudo y José Antonio Pino, respectivamente.
El objetivo es crear un bloque andaluz nacionalista, de izquierdas y ecologista. Un calendario de reuniones será el encargado de concretar las bases de la coalición y, lo que es más importante, el papel que jugará el líder del PSA, Pedro Pacheco. Aunque ambas formaciones aclararon que todavía está en el aire, Agudo se mostró convencida de que el diálogo a dos bandas "cuenta con el apoyo del ex alcalde de Jerez". La próxima cita será el martes, cuando se sentarán las bases políticas para el acuerdo programático, y la siguiente el viernes, fecha en que se constituirá el bloque.
De cuajar las negociaciones, los partidos no descartan "nada", ni siquiera ampliar los contactos a Los Verdes, algo que esta formación ya ha rechazado. Sobre las diferencias que mantienen en relación al Estatuto (el PA lo rechazó y el PSA hizo campaña a favor), Agudo y Pino aseguraron que no será un problema para conseguir el pacto, ya que ambos exigirán su cumplimiento al Gobierno andaluz. "Hace falta un frente común ante el bipartidismo de PSOE y PP", concluyeron.
