Criado en el Don Bosco, en el corazón de los Salesianos de la Trinidad, Pablo Blanco, descubridor de Jesús Navas, Capel y Antonio Puerta, reflexiona sobre el futuro de la cantera del Sevilla, una entidad en la que recaló con 16 años y en la que ha sido capaz de sobrevivir durante 40 campañas.
-La Copa del Rey juvenil ha sido el brillante epílogo a un ejercicio histórico, ¿es posible crecer aún más?
-Sí, por supuesto. La cantera es un ente vivo en el que los chicos van madurando. No se pueden parar los plazos de los jugadores, responsables del nacimiento de nuevas generaciones que contribuirán al futuro esplendor de la entidad.
-Las exigencias se han multiplicado y el 'staff' de cantera no ha modificado su funcionamiento, ¿cuál es el secreto?
-En primer lugar, la continuidad de los bloques y de un proyecto sólido en los órganos de mando. Hay unos objetivos concretos que asumen preparadores físicos, delegados, utilleros, psicológos... Somos muchísimas personas que, coordinadas, buscamos fomentar un plan común.
-¿Cómo es la metodología diaria de trabajo del departamento de cantera?
-El organigrama organizativo se pone en marcha por la mañana, cuando Javier Canseco y yo supervisamos el trabajo relacionado con la Federación y las relaciones con los otros clubes. Ya por la tarde empieza la vorágine con la llegada de entrenadores y jugadores a la Ciudad Deportiva. Nos reunimos por categorías de vez en cuando y tratamos de potenciar un ambiente excelente entre todos aquellos que integramos la base.
-El Sevilla fue el primer club de la provincia en prohibir a los padres de los jugadores de base presenciar los entrenamientos, ¿ha funcionado?
-Sí, el rendimiento es excelente. Fomentamos una formación más completa del niño, que no tiene dos opiniones diferentes de todo lo que hace y puede actuar con mayor libertad. Con los padres tenemos un contacto muy fluido a través de los psicológos, pero no intervienen en el trabajo diario de sus hijos. Fue una experiencia piloto y ahí están los resultados.
-Habla de la cantera en términos superlativos, ¿pero el club optó por su potenciación por estilo o por necesidad?
-El Sevilla apostó por la cantera porque siempre creyó en su valor. Es nuestra filosofía. Cuando se aprobó la ley Bosman y se aplicó la ley de Sociedades Anónimas los clubes abandonaron su confianza en los escalafones inferiores y optaron por explotar el mercado. Los resultados en la última década son espectaculares, ya que hemos liquidado problemas económicos y hemos reforzado al primer equipo desde la base. En momentos de crisis deportiva se debe potenciar la cantera y en los de crisis económica invertir en ella.
-¿Es ahora la época dorada de la entidad en los escalafones inferiores?
-No. Nosotros hemos sido un equipo muy canterano siempre. Yo recuerdo a Ramón Vázquez, Choya, Manolo Jiménez y Rafa Paz en un Sevilla de mucho peso en España. Ahora hay una mayor difusión y parece que se están conquistando más logros, pero no es así.
-¿La creación de una residencia propia que se erija en vivienda para los jugadores de base es una necesidad o un lujo para el Sevilla?
-Nosotros ahora tenemos como residencia el CAR, pero yo soy más localista y dudo un poco de ese tipo de medidas. Me voy a remontar a 1972, cuando debutamos Curro Sanjosé y yo. Desde entonces sólo han llegado al primer equipo dos chicos de otra provincia: Rafa Paz, que debutó en los 80, y Diego Capel. Y los dos vinieron con 14 años. El entorno del jugador debe ser el adecuado, ya que no puede perder a su familia, sus amigos, su colegio... Se trata de potenciar a un jugador de futuro, no a un militar.
-Usted descubrió a Jesús Navas, Diego Capel, Puerta... ¿hay diamantes sin descubrir?
-Los futbolistas se descubren solos. En nuestras categorías inferiores hay unos 15 o 20 futbolistas que tienen un nivel tan bueno como los que están jugando en el primer equipo o los que ya lo han hecho, pero hay que ser pacientes.
-El descenso del filial ha sido, quizás, el único dato negativo de la temporada. ¿La entidad abandonó a la plantilla?
-No, el club jamás ha abandonado a un equipo. Lo que pasó en el filial es que hubo un cambio generacional importante y los resultados en términos clasificatorios no fueron buenos.
-El primer equipo ha logrado alcanzar la tercera plaza, ¿es Jiménez el técnico idóneo?
-Abrir un debate sobre Jiménez es injusto. Yo nunca dudaré de su valía porque es sevillano, sevillista y amigo mío. Ha hecho una Liga espectacular; el aficionado debe estar orgulloso de él.
-¿Su continuidad es un éxito para la cantera?
-Por supuesto. Él confía en la base, pero no sólo de palabra. Fue a Nerja a ver la final de la Copa del Rey de juveniles estando de vacaciones y tomaba notas de los chavales. Es alguien que representa fielmente los valores del club. Es el tipo ideal para los pequeños y el primer equipo.
