El torero Juan José Padilla, herido gravemente en la cara en la cogida que sufrió el pasado 7 de octubre en Zaragoza, junto a su esposa y sus padres, a la salida del hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
El diestro Juan José Padilla ha recibido el alta en la mañana de hoy y ha recibido a los medios en el salón de actos del Hospital de Traumatología de la ciudad sanitaria Virgen del Rocío de Sevilla antes de trasladarse a su domicilio de Sanlúcar de Barrameda. El torero había sido sometido el pasado martes a una compleja operación quirúrgica en la que se le reconstruyó el nervio facial seccionado tras el percance sufrido el pasado 7 de octubre en Zaragoza.El torero jerezano compareció con buen aspecto y la cara sin vendar, acompañado del equipo médico que le operó bajo la dirección del cirujano maxilofacial Alberto García Perla, al que secundaban los doctores Domingo Sicilia, cirujano plástico; Francisco Esteban, director de otorrinolaringología; y Enrique Navas, anestesiólogo.
"Quiero dar las gracias al Hospital Virgen del Rocío y a todo su equipo médico por darme la oportunidad de volver a una vida normal -si es que se le puede llamar normal a la vida que llevamos - y darme la esperanza de volver a los ruedos" señaló el torero, que quiso hacer extensible este agradecimiento a los medios de comunicación.
El torero continuó su intervención mirando al futuro: "no quiero que la afición sienta pena por este torero: voy a luchar lo indecible por vestirme de nuevo de torero, porque esta es mi ilusión, encontrarme con la afición. Me estoy viendo mejor que hace tres semanas y estoy muy ilusionado con la recuperación", señaló un emocionado Padilla haciendo alusión a ese lema "Fuerza Padilla" que ha inundado las redes sociales en las últimas semanas.
"Me emociono porque cuando uno lucha tanto para recuperarse y lo vas logrando es imposible no emocionarse", reconoció el matador, que se mostró entero y ágil y se despidió del equipo médico y los numerosos medios convocados arropado por una gran ovación y acompañado de su mujer, Lidia, sus padres y su apoderado, el taurino sanluqueño Diego Robles.
El doctor García Perla precisó que la recuperación transcurría "según los plazos previstos" y proyectó un resumen de la intervención que, tal y como precisó, gozaba de "interés científico".
En la rueda de prensa convocada por el equipo médico el pasado jueves ya había explicado que la operación tenía como objetivo "recuperar y reconstruir la integridad del nervio facial que fue seccionado de forma traumática y con una gran violencia". Según precisó entonces el cirujano, la sección de este nervio provocaba la pérdida de la expresividad del rostro y dificultades en la deglución o el habla.
Padilla tendrá que afrontar ahora un largo proceso de rehabilitación que iniciará en un par de semanas en un centro próximo a su domicilio para potenciar los efectos de esa operación con la que se persigue recuperar en torno a un 80% de movilidad del lado izquierdo de la cara.
Paralelamente, está siendo tratado de los problemas de visión del ojo izquierdo en un centro de Oviedo bajo la dirección del doctor Fernández Vega. Esos problemas oculares serán vitales para que el torero pueda afrontar una reaparición en los ruedos, tal y como es su deseo.
