Por Laura López La provincia de Cádiz tiene mucho que ofrecer. Más allá del turismo de sol y playa, el Parque Metropolitano Marisma de Los Toruños y Pinar de la Algaida pretende ser un punto de conexión entre la naturaleza y la sociedad. A un paso de la ciudad, es posible disfrutar de una extensa variedad de paisajes y aves e innumerables maneras de encontrarse con este privilegiado entorno. Dunas, lagunas temporales, marismas, pinares, pastizales y salinas componen el conjunto. El parque cuenta con dos accesos principales, uno a través de la Casa de los Toruños en la Avenida del Mar en Valdelagrana, y otro en el Pinar de la Algaida al cual se accede a través del Campus Universitario de Cádiz. Ambas están dotadas con un punto de información al usuario atendidos por personal del propio parque.
Debido a la inmensidad del área, más de 1.000 hectáreas de superficie, son muchas las alternativas a la hora de su visita. Es posible conocer el parque participando en actividades, como pueden ser las rutas guiadas en tren y en bicicleta, senderismo, paseos en embarcaciones colectivas y rutas y paseos en kayaks. Pero si el usuario lo desea puede explorar la red de senderos libremente las 24 horas del día, los 365 días del año. La visita guiada en tren cubre un primer tramo hasta llegar al corazón del parque, el puente que comunica el pinar-sabinar con la marisma. Durante el recorrido, el monitor ofrece información sobre los aspectos más significativos del parque, su flora y su fauna y el propio patrimonio histórico y etnográfico. Al llegar al puente de madera del río San Pedro, a pie, conocemos el Pinar de la Algaida, su paisaje y las aves que lo habitan. Durante la temporada estival, del 1 de julio al 31 de agosto, habrá salidas los miércoles, viernes y sábados a las 19.30 horas. La ruta guiada en bicicleta sale desde la playa de Valdelagrana en compañía de un guía ambiental con el que se recorrerán los diferentes ecosistemas. Hay salidas los martes y los jueves a las 19.30 horas.
Ambas actividades tienen una duración de una hora y media y un coste de 3 euros. Los paseos por el río San Pedro son otra forma menos convencional pero no por ello menos atractiva de conocer el lugar a través del caño mareal del río. La realización de esta actividad está determinada por la marea y las condiciones meteorológicas y siempre se realiza bajo la supervisión de un monitor especializado. Tiene un coste de 5 euros. Es posible también hacer una ruta guiada en kayak y otra en una embarcación colectiva de vela. Para el próximo 12 de julio, el Club de Senderismo El Camaleón invita a su VII Ruta Nocturna por el parque a partir de las 21.00 horas en el acceso Pinar de La Algaida. Para la incorporación a las actividades del parque es necesario reservar a través de correo electrónico o por teléfono. En cuanto a los diferentes ámbitos y unidades ambientales hay que distinguir la Playa de Levante. Con una longitud de 5,5 kilómetros, es una de las escasas playas vírgenes que quedan en el entorno de la Bahía, por lo que su existencia en el Parque Metropolitano aporta grandes oportunidades de recreo turístico sostenible.
El cordón dunar recorre la Playa de Levante siendo interrumpido únicamente por los caños mareales, que conectan el caño del río San Pedro con el mar. Este sistema de dunas se localiza en la parte alta de la playa, con especies vegetales como el barrón, el cuernecillo de mar o la azucena marítima. Durante la primavera, las dunas se convierten en el escenario privilegiado de los cortejos, juegos y acrobacias que realizan dos de las especies más emblemáticas que nidifican y crían a sus polluelos en el Parque Metropolitano: el chorlitejo patinegro y el charrancito. El chorlitejo es un ave en peligro de extinción;el charrancito es una especie considerada vulnerable. Para que prolifere el número de estas aves se llevan a cabo labores de voluntariado en la Playa de Levante para concienciar de la protección de estas zonas de nidificación, explicando la vital importancia de las mismas para una óptima conservación del entorno.
El caño del río San Pedro constituía un ramal secundario del río Guadalete, formando parte, junto con sus marismas asociadas, del estuario que este cauce fluvial formaba en su desembocadura. La marisma constituye un hábitat de alto valor ornitológico, tanto para la cría como para la migración e invernada de un gran número de especies de aves.
La abundancia de invertebrados que se encuentran presentes en los caños hace posible que observemos especies limícolas como archibebes, chorlitejos, zarapitos y vuelvepiedras. La masa de pinos piñoneros, asentada sobre antiguos cordones dunares en lo que antaño suponía el frente litoral de la Bahía, se encuentra acompañada por especies de porte medio como acebuches, retamas, olivillas y jaguarzos.
Las lagunas temporales se convierten, durante la época de lluvias y hasta la primavera, en importantes zonas de reproducción, alimentación y suministro de agua potable para la flora y la fauna asociada a las mismas. En períodos secos, presentan el aspecto de estepa salina o prado, un paisaje que cambia significativamente tras la acumulación del agua de lluvia.
El Parque Metropolitano presenta múltiples ambientes que hacen posible el establecimiento de una rica y variada avifauna. Cualquier época del año se presta para visitar el parque, aunque el invierno marcará la llegada de multitud de aves migratorias y la primavera nos convertirá en privilegiados testigos de la presencia y cortejo de las aves que encuentran en Los Toruños su lugar de nidificación. Las torres de observación, miradores y los propios senderos facilitan la observación, en ocasiones a escasos metros, de la diversa fauna avícola presente en el parque.
La sede de la Casa de Los Toruños pone a disposición de los visitantes recursos para recorrer, conocer y disfrutar de los paisajes naturales y etnográficos que se dan en el parque. Para ello, cuenta con una sala de interpretación, biblioteca, restaurante, tienda, punto de información y servicio de alquiler de bicicletas. Al caer la noche, no cesan las actividades pues la Casa de Los Toruños propone una agenda cultural muy completa para el verano. Todos los viernes de julio y agosto habrá un taller de observación astronómica en el primer acceso a la playa de Levante a partir de las 22.00 horas. A partir del 16 de julio se podrá disfrutar de proyecciones para todos los públicos en la carpa de los Toruños, todos los miércoles y viernes a las 22.00 horas.
Los domingos a las 20.30 los más pequeños se recrearán en actividades infantiles como obras teatrales, cuentacuentos o espectáculos de magia. Las veladas flamencas cobrarán protagonismo el 19 y el 26 de julio con la presencia de Antonio Puerto y Rafael Romero y el Cuadro Flamenco de Noelia Jiménez.
MarismArte, el programa cultural del Parque Metropolitano, contempla muestras, exposiciones y eventos o manifestaciones de diferentes vertientes artísticas que acercan a los visitantes al conocimiento y disfrute del ámbito cultural en la Bahía.
Dentro del programa de exposiciones se especifican muestras y exposiciones de organización propia u organizadas en colaboración con otras instituciones.
Muestras y exposiciones de instituciones, entidades y artistas que quieran presentar o divulgar sus proyectos artísticos. Las muestras de organización propia están ligadas en su mayoría a los eventos y días conmemorativos que celebra el Parque Metropolitano anualmente. MarismaArte acoge también exposiciones organizadas por otras entidades e instituciones y proyectos expositivos de creadores y artistas de diversas disciplinas artísticas contribuyendo a la difusión y consolidación de las actividades culturales en el área metropolitana de la Bahía de Cádiz.
