Cuando se cumple medio año desde que los socialistas designaran a Leire Pajín para suceder a Andrés Perelló como senador territorial por la Comunidad Valenciana, la demora en su nombramiento ha conducido a la insólita situación de que el PSOE lleve meses con un representante menos en la Cámara Alta.
Se trata de una coyuntura que, según subrayaron fuentes del PSOE, ocasiona "una grave alteración de la normalidad democrática, que se ha mantenido inalterable en la designación de los senadores territoriales de todas las comunidades a lo largo de los 30 años de democracia". Una "alteración" que equiparan con "una subversión de la Constitución" porque "adultera" los resultados de las votaciones en el Senado, como sucedió el 21 de octubre cuando los socialistas perdieron una votación debido a la falta del voto de Pajín.
Las posturas están tan enrocadas que incluso el PSOE ha presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por la "inactividad" de Las Cortes Valencianas, que está produciendo el "bloqueo" a la designación de Pajín, el último de ellos a cuenta de un examen de "valencianidad" al que la quiere someter el PP. Bloqueo que los socialistas interpretan como un "chantaje" para que sus representantes en la Comunidad dejen de interesarse por aclarar la ramificación autonómica del caso Gürtel. Así lo constató el portavoz socialista en el Parlamento valenciano, Ángel Luna, al asegurar que el entonces portavoz del PP en la Cámara, Ricardo Costa, fue muy tajante en su "amenaza".
"Me comunicó que mientras siguiéramos preguntando por el caso Gürtel no habría senador socialista elegido por las Cortes. Literalmente como se lo cuento. Hasta hoy han cumplido su amenaza", dijo Luna. Tras meses de vicisitudes, la Comisión del Estatuto del Diputado se reunió en octubre para elevar a la Mesa de Las Cortes un dictamen favorable a la propuesta del PSOE.
