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Pakistán teme por su futuro

La escasez de alimentos, agua y medidas higiénicas pone en peligro a niños y ancianos.

el 16 ago 2010 / 17:04 h.

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Afectada por las inundaciones desesperada por la insuficiente ayuda llegada. EFE

Una ayuda a cuentagotas. La ONU expresó ayer su preocupación por la salud de "millones de niños" a causa de las graves inundaciones en Pakistán, que tan sólo ha recibido 125 de los 459 millones de dólares solicitados para ayudar a los afectados de una de las peores catástrofes naturales de su historia.

"El destino de millones de niños está en grave peligro", dijo en declaraciones a Efe el portavoz de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (Unocha), Maurizio Giuliano.

El portavoz recordó que la infancia acostumbra a ser la primera afectada por la escasez de agua, alimentos y medidas higiénicas básicas y aventuró que las muertes registradas hasta ahora -1.600, según su organismo- no son nada "comparado con lo que puede venir". "Ya debe haber miles de muertos -opinó- entre los más vulnerables", como son los niños y los ancianos.

Giuliano advirtió de que "es posible" que se hayan producido ya los primeros fallecimientos por hambre y que la falta de alimentos ha podido afectar de forma indirecta a muchas personas ya enfermas. El portavoz aseguró que la ONU se está preparando de forma "preventiva" para dar medicamentos a dos millones de enfermos potenciales de malaria y a más de 1,5 millones de personas posiblemente afectadas por las diarreas, entre ellas 140.000 que podrían tener incluso cólera, aunque el Gobierno paquistaní todavía no ha admitido ningún caso de esta enfermedad.

Para afrontar este reto, la ONU solicitó la semana pasada a la comunidad internacional 459 millones de dólares -poco más de 358 millones de euros-, pero Pakistán tan sólo ha recibido hasta ahora 125 -97.440.075 de euros-. El portavoz se mostró "optimista" sobre la posibilidad de que Pakistán reciba el 73% restante de ayudas y avisó de que, de no ser así, están "en peligro" las vidas de muchas personas, sobre todo las de niños, ancianas y enfermos.

Los donativos se destinarán a comida, tiendas de campaña, agua potable y material sanitario para los 20 millones de afectados por la catástrofe, pero con especial urgencia para ocho de ellos, que son los que se encuentran más desamparados.

En un comunicado, el Foro Humanitario de Pakistán, que aglutina a 35 ONG que trabajan en el país, suplicó a la comunidad internacional que intente satisfacer "las necesidades inmediatas de millones de paquistaníes, así como las de decenas de miles de refugiados afganos". "Sin una financiación a largo plazo, reconstruir este devastado país será virtualmente imposible", amplió el organismo, que lamentó las consecuencias de las inundaciones en ámbitos fundamentales como la salud y la educación.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de visita el pasado domingo en Pakistán, reconoció no haber visto jamás una catástrofe comparable a las inundaciones que ha sufrido Pakistán en las últimas semanas, con unos 20 millones de afectados, según el Gobierno.

Protestas. La situación que viven los paquistaníes es tan grave que ayer las víctimas bloquearon una carretera para pedir ayuda al Gobierno. El descontento entre la sociedad paquistaní ha crecido en las dos últimas semanas en las que el país se ha visto afectado por las peores inundaciones en décadas, incrementando los potenciales problemas políticos de un Gobierno superado por un desastre que ha afectado al menos a una décima parte de su población, que asciende a 170 millones. "La velocidad con la que se está deteriorando la situación es espantosa", indicó en un comunicado el director para el país de la ONG Oxfam, Neva Jan. "Las comunidades necesitan desesperadamente agua potable, letrinas y suministros de higiene, pero los recursos de los que se disponen en la actualidad sólo cubren una parte de lo que se requiere", añadió. Decenas de hombres y un puñado de mujeres armados con palos intentaron bloquear cinco carriles de tráfico en las afueras de Sukkur, una de las mayores ciudades de la provincia de Sindh, en el sur del país. Además, los residentes amenazaron con golpear con los palos a los coches que se acercaran.
Y es que las inundaciones que se desataron a finales de julio han anegado una quinta parte del país, lo que equivale a dos veces la superficie Andalucía, y han causado 1.384 muertos, según las autoridades paquistaníes, aunque la ONU sitúa la cifra de fallecimientos en 1.600 por ahora.

Lo peor de la crisis ocurrió con el presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, de visita en Europa, algo que le costó duras críticas de los medios de comunicación y la sociedad civil. Según el canal televisivo Geo, Zardari se reunió ayer con el jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, para discutir sobre las operaciones de rescate de las Fuerzas Armadas en las zonas afectadas y sobre la situación de seguridad en el país.


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