"¿De verdad cree usted que ahora se compran más libros en Sevilla?" Luis el de El Desván calca entonces la mirada que Quint, el viejo pescador, le despachó a su compañero de aventuras cuando éste le anunció que sería capaz de matar al tiburón de la película metido en una jaula de acero. Bien podría haber remedado también la cantinela con la que el marino dio por zanjada aquella conversación: Yo me marcho de aquí, linda dama española... Pero Luis no se va, es curioso. Cerró su librería anticuaria, aquella que usted recordará a espaldas de San Andrés, y ahora reparte su presencia y la de sus criaturas entre el mercadillo de El Jueves y las ferias de libros antiguos como esta de Sevilla que ahora cumple 33 años. Por aquel entonces, 1977, no se sabía bien qué futuro la aguardaría, con todos aquellos viejos mamotretos polvorientos, mientras en los escaparates de las librerías lucían radiantes e imponentes las obras recién salidas de la imprenta: Carrusel siciliano, de Lawrence Durrell; La tía Julia y el escribidor, de Vargas Llosa; El Silmarillion, de Tolkien; El resplandor, de Stephen King; La noche que llegué al Café Gijón, de Umbral; El nuevo periodismo, de Tom Wolfe... Hoy, muchos de estos títulos (tal vez todos ellos: imposible saberlo) y otro cuantos miles moran en los anaqueles y en las bandejas de esta Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que, como la vida, y con la ayuda del tiempo, pone cada cosa en su sitio.
Oficialmente, sí es verdad que hoy se compran más libros, aunque lo que importa es si se leen o no. El dueño de El Desván está seguro de que no, aunque tampoco le quita el sueño porque el lector, y puede que el librero, no lo es o lo deja de ser en función de la estadística. Allí, por ejemplo, en la Plaza Nueva, manojos de lectores indiferentes al dato recorren los expositores con el ánimo abierto a los juegos de seducción. En el mismo puesto de Luis tienen por 5 euros el Sevilla y sus tranvías, de Jiménez Díaz, tan evocador, y un montón de boletines antiguos de las cofradías. El expositor de Antonio Castro está presidido por un cartel: Libros a 3 euros (algunos subrayados). Por 5 euros se compra uno el Bel Ami de Maupassant deliciosamente encuadernado, al igual que otras poderosísimas joyas literarias. Están los tebeos de la valenciana Laia. Y también esa maravilla integral que es el puesto de la también valenciana Al-Tossal, con sus recortables originales del XIX, láminas, mapas, reediciones de Calleja, barajas de cartas antiguas (una, 3 euros; dos, 5 euros). Y tan diversos libros como quepa imaginar. En esa jaula de acero de las ferias confían en poder resistir al tiburón de las nuevas tecnologías, entre cánticos de viejos marineros.
De utilidad:
Qué: XXXIII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Sevilla. Dónde: En la Plaza Nueva.
Cuándo: Hasta el 8 de diciembre, con los siguientes horarios: de lunes a viernes, de 10 a 14 y de 17 a 21 horas; sábados, domingos y festivos, de 11 a 14.30 y de 15 a 21 h.
Cuánto: Ver sus 24 expositores es gratis.
