Jesús Creagh Álvarez de Toledo. Ésa es la persona elegida por Palacio para tratar de imponer un poco de paz en la Hermandad de San Esteban. A la vista de la preocupante situación que atravesaba la vida de esta hermandad y de los desencuentros que se han venido produciendo y que han deteriorado gravemente la imagen de la corporación, la autoridad eclesiástica ha decidido tomar cartas en el asunto y nombrar a un "comisionado" cuya función será la de conducir a la hermandad, sin plazos establecidos, hacia la normalización.
A diferencia de otras soluciones ensayadas también en casos de crisis en otras hermandades -como la designación de un delegado episcopal en Monte-Sión o el nombramiento de sendas juntas rectoras en La Candelaria y Las Siete Palabras-, la autoridad eclesiástica ha optado en esta ocasión por aplicar una fórmula nueva: la del comisionado, una persona ajena completamente a la vida de la hermandad cuyo cometido será el de desfacer los posibles entuertos y apaciguar los ánimos en el seno de la corporación hasta que por sí misma recupere los síntomas de normalidad.
El recién nombrado comisionado de San Esteban confirmaba ayer la noticia a El Correo. "Lo que se ha hecho en este caso es cumplir escrupulosamente con lo que el Código de Derecho Canónico establece para estos casos: designar a un representante externo para controlar la vida de la hermandad. La terminología en estos casos no me gusta nada ya que habla de la figura de un comisionado, que sería algo parecido a una especie de supervisor o coordinador".
Creagh tomará las riendas de la cofradía de San Esteban no ahora sino después de Semana Santa, debido precisamente a que la Semana Mayor de 2008 será una de las más tempraneras de la historia (el Martes Santo será el 18 de marzo). Hasta entonces será la actual junta de gobierno, encabezada por Carlos García Guisado como hermano mayor, la que siga actuando "en funciones".
El gobierno de Jesús Creagh en San Esteban no estará sujeto a plazos ni temporalidad preestablecidos, por lo que el regreso a la normalidad en la hermandad se atisba como un horizonte lejano. "De lo que se trata es de hacerle un bien a la hermandad. Cuando llegue el momento habrá que tomar decisiones, pero hasta entonces mi cometido será el de tratar de limar asperezas y de solucionar los problemas que hayan podido existir para que todo vuelva a su estado de normalidad".
Hermano de La Cena y de Los Estudiantes, Álvarez de Toledo es un acreditado cofrade que ya en 1999 aspiró a presidir el Consejo de Cofradías en unas elecciones en las que se impuso finalmente Manuel Román, a la sazón un hermano más de número de la cofradía de la Puerta de Carmona.
