El alcalde, con Manuel Toledo.
Se veía venir. En vista de la situación de conflictividad generada en la hermandad del Dulce Nombre a raíz de los dos últimos procesos electorales, con repetición de votaciones y denuncias de irregularidades en Palacio, la autoridad eclesiástica decretó ayer el nombramiento de un comisionado, Manuel Toledo Zamorano, para que a partir de ahora rija los destinos de la hermandad por un periodo indeterminado de tiempo hasta que las aguas vuelvan a su cauce.Miembro del equipo de la delegación diocesana de Hermandades y Cofradías, Toledo Zamorano fue hermano mayor de La Trinidad entre 2004 y 2007, bajo cuyo mandato se coronó a la Virgen de la Esperanza. Acompañado por el delegado diocesano de hermandades, Manuel Soria, el nuevo comisionado será presentado oficialmente esta noche como tal al hasta ayer hermano mayor en funciones, Manuel Paz, así como a los dos candidatos que han protagonizado la última contienda electoral, Armando Palomino y Joaquín García Tapial.
En declaraciones a este periódico, Toledo aseguró que a partir de ahora "lo mejor para la corporación del Dulce Nombre será que no haya ninguna noticia de la que hablar, sino que poco a poco la hermandad vaya recobrando su propia vida".
Con el nombramiento de Toledo Zamorano en la cofradía de San Lorenzo, Palacio reproduce así la fórmula ya implantada en otra cofradía del Martes Santo, San Esteban, donde desde la Semana Santa de 2008 una persona ajena a la corporación, Jesús Creagh, se encarga de conducir la vida de la hermandad hacia la normalización.
Firmado por el delegado diocesano de Asuntos Jurídicos, Isacio Siguero, el decreto que anuncia el nombramiento del nuevo comisionado no entra a valorar el resultado de las pasadas elecciones en el Dulce Nombre, en las que Armando Palomino se impuso por un margen de 27 votos a Joaquín García Tapial, aunque luego éste presentó en Palacio un informe denunciando supuestas irregularidades.
El Arzobispado informa a la hermandad de la imposibilidad de convocar, a partir de este momento, cabildos ordinarios o extraordinarios sin previo consentimiento de la autoridad eclesiástica. El hasta ayer hermano mayor en funciones, Manuel Paz, señaló que "hubiera deseado que las cosas se hubiesen desarrollado de otra manera, pero ahora sólo queda acatar la decisión de la autoridad eclesiástica y apoyar al comisionado".
Por su parte, Armando Palomino, el supuesto vencedor en las urnas, aseguraba ayer que "no hay derecho a esto" y anunciaba que recurrirá a un abogado para "llegar hasta donde tenga que llegar, aunque no sirva de nada ya que con la Iglesia hemos topado".
