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Palomas en el punto de mira

el 03 sep 2010 / 19:10 h.

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Dos visiones sobre las palomas.

Las palomas forman parte del decorado de cualquier ciudad. Y en Sevilla especialmente tienen hasta una plaza donde reinan. Justo además mañana cierra sus puertas una de las exposiciones más visitadas en lo que va de año, la que el Museo de Artes y Costumbres Populares ha dedicado a estos animales y su relación con la bella Híspalis.

En medio de toda esta época de bonanza para ellas he aquí que un grupo de ciudadanos crean un blog -titulado inequívocamente "Plaga Palomas"- y salen a la calle para empapelar Sevilla -bueno, por ahora su distrito, el de San Pablo y Santa Justa- con mensajes solicitando no alimentarlas y animando a denunciar ante el Ayuntamiento la suciedad que provocan. "Son ratas aladas, no tenemos por qué aguantarlas, si alguien las quiere que se las lleve a su casa", dice tajante el enemigo número 1 de la Columba livia, Antonio González.

A su juicio, y al de quienes integran su cruzada contra las palomas, "no valen las medias tintas": "El consistorio tiene que prohibir bajo multa alimentarlas y proceder a exterminarlas como sea", asegura. Y para enfurecer aun más a los animalistas apostilla, "los métodos indoloros son caros y no creo que valgan para nada: capturarlas y gasearlas o eutanasiarlas es lo mejor".¿Ni siquiera están bien en la Plaza de América? "Bueno, allí me dan igual..." confiesa Antonio sin mucho interés por el asunto.

"A mí me gustan los animales -añade- y no tengo nada contra los gorriones, pero las palomas y las tórtolas nos molestan a todos".A todos, todos, no.

En la organización ecologista Asanda, su responsable, Luis Gilpérez, no quiere ni oír hablar de prohibición, mucho menos de aniquilación: "Existen métodos perfectamente válidos como alimentar a la población de palomas con granos de maíz impregnados de sustancias hormonales que inhiben la fecundación", propone.

Algunos en cambio pasan de las palabras a la acción. En otra zona de Sevilla, Heliópolis, un segundo grupo de ciudadanos se han organizado para... combatir a quienes combaten las palomas."Un día paseando por el centro vi un cartel en contra de ellas y decidí unirme con un grupo de vecinas para arrancar todas esas misivas. Cuantas más veámos más comida les daremos", amezana Beatriz Salomé, responsable del grupo digital, "Palomas de Sevilla". Entre unos y otros saldría un debate más animado que cualquiera de los que habitúan a mandar en prime time.Así la cosas, con palomas de por medio, Sevilla vuelve a demostrar que en esto de crear debates y polarizar opiniones se lleva la palma.

Aún hay más, desde el Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal, Javier Ayllón, azuza el fuego: "¿Exterminarlas?, "¿gasearlas? Lo mismo pensó Hitler con los judíos". Ante este aluvión de críticas Antonio González reconoce "lo bien unidos que están los defensores de los animales y asegura su empeño de no desfallecer en pro de un cielo libre de palomas". Ante su infatigable campaña, avalada con todo tipo de denuncias y quejas oficialmente presentadas, surge la pregunta: "¿Por qué las odia tanto?" "Ensucian, defecan en mi azotea, manchan la ropa tendida y al pasear por el alfeizar de la ventana hacen un ruidito muy molesto..." La disputa está servida. Pitas, pitas, pitas.

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