Sevilla cerró un pésimo mes de abril al caer los contratos y subir el paro: 85.852 desempleados, un 9,82% más respecto al mismo mes de 2011. En concreto, 7.700 personas se quedaron sin trabajo pese a la Semana Santa y la Feria. Y las malas noticias no cesan. La firma Panrico anunció ayer que cierra su planta en el polígono Carretera Amarilla y que presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para sus 197 trabajadores fijos, cuyo futuro es ahora incierto.
La dirección de la empresa y los trabajadores comenzarán hoy a negociar el ERE extintivo, con la intención de que el 30 de mayo esté cerrado, según aseguraron ayer a este periódico fuentes sindicales. El plan del fabricante de pan de molde y bollería pasa por el traslado del mayor número posible de trabajadores a la planta de Puente Genil (Córdoba) -la única que mantendría en Andalucía-, así como por pactar prejubilaciones -hay entre 14 y 16 empleados con 56 o más años- y bajas incentivadas de 30 días por año trabajado con un máximo de 30 mensualidades.
Son las mismas medidas que ofreció la empresa en el ERE acordado para los centros de Cataluña, Madrid, Zaragoza y Puente Genil, si bien en este último no se materializó en despidos de la plantilla y sólo se tradujo en prejubilaciones, según fuentes de UGT-Andalucía.
Ahora, la plantilla, con una edad media de entre 48 y 52 años, recibe la noticia "como un jarro de agua fría", sobre todo porque "no había indicios". "Ir y venir a Puente Genil, a 140 kilómetros, es muy complicado, así que a los trabajadores se les plantea un conflicto" grave. Sobre todo porque aún no saben en qué condiciones se trasladarían. Con todo, "hay opiniones para todos los gustos", señaló José Luis Blanco, secretario del comité de empresa, quien subrayó que para algunos es mejor el traslado al paro.
Blanco, que matizó que Panrico aún no ha presentado el ERE extintivo, explicó que 125 trabajadores ya estaban incluidos en un expediente de regulación de empleo temporal, por lo que alrededor de una veintena de ellos estaba en el paro una semana al mes desde el verano pasado. Con todo, insistió en que "la noticia se ha recibido muy mal".
El viernes pasado la empresa comunicó a los trabajadores su intención de mantener sólo una planta en Andalucía como vía para reducir costes y hacer viable su continuidad en la región, "pero algunos empleados se enteraron hoy (por ayer) y el impacto ha sido grande porque nos decían que contaban con Sevilla", aseguraron fuentes sindicales.
La planta del polígono Carretera Amarilla fabrica donuts, bollycaos y productos de hojaldre y hace casi cinco años se enfrentó a otro anuncio de cierre. Según los sindicatos, su rendimiento se encontraba entre un 60% y un 65%. Unas 125 personas se dedican a la producción directa, mientras que el resto es de administración, mantenimiento y logística. En total cuenta con 197 trabajadores, un número muy similar al de la planta cordobesa de Puente Genil.
El grupo alimentario enmarca esta medida en el desarrollo de su plan estratégico, con el que pretende dotarse de unidades productivas "más optimizadas y competitivas ante la actual situación de crisis económica que afecta de forma directa a la compañía". Panrico, que subrayó que su objetivo prioritario es "garantizar la supervivencia" del grupo y el mayor número de puestos de trabajo, explicó que la producción de la fábrica de Sevilla será absorbida por otras plantas del país.
