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Para aplazar el lamento final

El descenso a Segunda B es una realidad virtual. El Sevilla Atlético ha garantizado su presencia en el sótano del balompié nacional la próxima campaña, aunque el orgullo es el principal aval de un filial que tratará de certificar la sorpresa ante un Córdoba necesitado de puntos.

el 15 sep 2009 / 22:37 h.

El descenso a Segunda B es una realidad virtual. El Sevilla Atlético ha garantizado su presencia en el sótano del balompié nacional la próxima campaña, aunque el orgullo es el principal aval de un filial que tratará de certificar la sorpresa ante un Córdoba necesitado de puntos. El conjunto califal, espoleado por su afición, rinde visita a la Carretera de Utrera tras haber abandonado las últimas plazas gracias a su goleada ante el Deportivo Alavés.

Para el derbi, el técnico del B, Fermín Galeote, no podrá citar a De la Bella y Cala, lesionados, y ha preferido no arriesgar con Pouga, Ismael y Óscar Ramírez, que no se han ejercitado a un ritmo óptimo en las sesiones intersemanales. En clave positiva, el preparador algabeño recupera al zurdo Armenteros, ausente ante el Salamanca a causa de una sanción. Sin embargo, la convocatoria de Manolo Jiménez, que podría reclutar a Cordero y Pukki en función de sus necesidades, condicionará la propuesta del B.

A priori, Galeote confiará en Vargas para ejercer de guardameta, mientras que Dani Salas, en el diestro, y Redondo, reconvertido en el zurdo, figurarán en los laterales. Con Gallardo y Moisés en la cobertura, el protagonismo en la medular será propiedad de Cordero y Marc Valiente. La posible promoción del lebrijano al primer equipo generaría la repetición de Cabral en el boceto franjirrojo. En las bandas, José Carlos y Armenteros buscarán conectar con las piezas ofensivas, Hugo, en la mediapunta, y Pukki, en ataque.

Crecido. El Córdoba se desplaza pletórico de moral tras su último triunfo en El Arcángel ante el Deportivo Alavés, logrado gracias al acierto de Asen y Yordi, su dupla de artilleros. El plantel de Juan Luna Eslava tratará de continuar con su racha pese a la ausencia de Guzmán Casaseca, lesionado de larga duración. La afición califal poblará las gradas, ya que la entidad blanquiverde ha vendido unas 1.200 entradas.

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