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Para en pleno Centenario para pegar a un taxista que le rozó el retrovisor

Un taxista se llevó el miércoles un enorme susto cuando, en pleno puente del Centenario, un chaval al que acababa de adelantar le cruzó el coche para impedirle el paso y se bajó para pegarle.

el 14 sep 2009 / 22:31 h.

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Un taxista se llevó el miércoles un enorme susto cuando, en pleno puente del Centenario, un chaval al que acababa de adelantar le cruzó el coche para impedirle el paso y se bajó para pegarle. El joven conducía entre dos carriles para evitar el adelantamiento y, al no lograr su propósito, la emprendió a puñetazos.

José María G.G. conducía desde Dos Hermanas a la Cartuja llevando en su taxi a un cliente, cuando llegando al puente del Centenario se colocó detrás de un Seat Ibiza que circulaba entre el carril de la izquierda y el reversible, para impedir que nadie lo adelantara, una práctica relativamente habitual en ese puente. Estaba en el tramo en el que el carril reversible aún estaba abierto, aunque con señales luminosas indicando a los conductores que debían abandonarlo porque iba a cerrarse en pocos metros.

El tráfico era lento, porque eran las nueve de la mañana y el puente estaba atestado, por lo que el taxista pudo adelantar a este coche por la derecha, aunque le rozó el espejo retrovisor. El conductor reaccionó de forma violenta: volvió a adelantarlo, metiéndose para ello en el carril reversible, que ya estaba cerrado "y por el que venían coches", según la víctima, y le cruzó el vehículo delante para impedirle el paso. Salió de su coche, comenzó a insultarlo y, cuando José María estaba bajando su ventanilla, le abrió la puerta y comenzó a pegar al taxista, que ha denunciado los hechos ante la Guardia Civil.

Violenta reacción

"Se puso a pegarme sin que yo me lo esperara, estaba acelerado y con un rebote tremendo, y como me cogió con el cinturón de seguridad puesto no pude reaccionar, me quedé atrapado", explicaba ayer José María. Su suerte fue que un patrullero de la Policía Nacional se acercaba al puente en esos momentos, con las luces de emergencia encendidas, y al verlo el agresor "salió por patas: pegó un acelerón tan grande que en la Guardia Civil me han dicho que saltó el radar del puente y todo".

En el parte de lesiones de las Urgencias del Hospital de Valme, al que acudió después de la agresión, se especifica que tiene una "erosión y contusión en hemicara derecha, desde frente a mentón", y una "contusión en la muñeca derecha", aunque no necesitó tratamientos específicos y fue dado de alta sobre la marcha.

La denuncia de la Guardia Civil recoge además que los golpes le rompieron "las gafas de vista, y además el individuo reseñado le propinó varias patadas al vehículo, abollándole la aleta delantera, puerta del conductor y partiendo el retrovisor". Y de paso, montando un atasco monumental.

"un cani"

El taxista tuvo tiempo de sobra para ver al agresor y a su vehículo, del que incluso cogió la matrícula, y que describe en la denuncia como un Seat Ibiza blanco con matrícula antigua, de Sevilla. En cuanto al conductor, "era un chaval alto, de unos 25 años, con ropa deportiva, una cadena de oro enorme y un peinado... como se suele decir, un cani", explica José María, que se había topado otras veces con coches que impedían que se les adelantara en el puente del Centenario, aunque las consecuencias nunca habían sido tan graves.

Testigo de los hechos fue el cliente que trasladaba hasta una clínica de rehabilitación, cuyos datos figuran en la denuncia, en la que también se solicita la grabación que puedan haber tomado las cámaras del puente para ratificar su versión.

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