Más de seis de cada diez encuestados reconocen el impacto positivo de la Ley de Igualdad y de la implantación de planes de igualdad en las empresas (aunque un 42,8% desconoce si la suya lo tiene). El 69% percibe un trato igualitario en su trabajo pero un 20,4% sí ve desigualdades por sexo.
La principal es el techo de cristal de las mujeres, pues un 28% reconoce que en su empresa no hay directivas (las andaluzas son el 41,2% de la fuerza de trabajo pero sólo un 6,7% son directivas frente al 9,2% de hombres). En cuanto a la discriminación salarial, el 76,4% afirma que no existe, el 11,8% dice que sí y otro tanto que no lo conoce (la brecha salarial en Andalucía ronda el 30%). Por último, un 2,5% dice haber sufrido acoso sexual.
El estudio también recoge entrevistas con directivos y delegados sindicales de 15 empresas andaluzas que revelan que para los empleadores, a la hora de facilitar la conciliación, el problema no es tanto de coste ni tampoco la ampliación de permisos, sino la flexibilidad horaria. Un 43% de los asalariados pueden modificar su entrada o salida una hora. Los empleadores ven tres problemas: la caída de la productividad por la mañana, la falta de personal por la tarde y los conflictos entre compañeros con derecho a concreción horaria y los que no que tienen que cubren su turno.