Nada lógico (Octubre) es el título del primer álbum de El Pescao, nombre artístico del proyecto musical en solitario de David Otero, componente de El canto del loco. El primero de sus once sencillos, Castillo de arena (con la colaboración de Ana Cañas), ha demostrado que la carrera en solitario de Otero no seguirá el estilo de su banda.
En una entrevista con este suplemento, El Pescao explica que emprender un camino en solitario es "una inquietud" que le viene desde que tenía 14 años. "Con esa edad empecé a componer, que es lo que más me gusta de la música, más que interpretar. Así hasta que cumplí 19 años y empecé a cantar con El canto del loco y a hacer canciones juntos. Con ellos publicaba un tema mío en cada disco".
Ahora, tras diez años de carrera en esta exitosa banda, ha llegado el momento de retomar este proyecto. "Hemos decidido hacer un paréntesis. Y como yo no sé quedarme en casa sin hacer nada, quería trabajar. Pero no sé cómo se monta un restaurate ni una tienda. Yo lo que sé hacer es música", señaló.
Ahora, ya sin compañeros, El Pescao se enfrenta al mercado musical sin el respaldo de la marca de El canto. "Es una sensación nueva muy bonita, como si estuviera empezando de cero, y eso me gusta mucho. Ahora soy yo el que tengo que convencer a la gente. Hay que ir uno a uno, transmitiendo mi música para que llegue al máximo de público".
Sin embargo, David no siente ningún tipo presión. "Me la quito de encima cualquier tensión pensando que esto es para diviertirme y pasármelo bien. Si me pongo metas y quiero ser una estrella, voy por mal camino". De momento, las ventas del disco "están funcionando muy bien", aunque se lo toma "con mucha cautela": "En cualquier momento te tiran para abajo. Prefiero quedarme donde estoy y no hacer caso a lo que pase. Vivir mis sensaciones".
Preguntado sobre si se plantea publicar más trabajos en solitario si Nada lógico funciona, responde que no es algo que se plantee. "Siempre he trabajado así. Nunca nos hemos puesto objetivos más allá de tres días o la semana siguiente. Si pinta hacer otro disco en año y medio, porque El canto no quiere volver, pues se sacará. Si en año y medio queremos volver, volveremos. Yo estoy seguro de que volveremos con el grupo de aquí a un tiempo".
Para este retorno, David Otero no se atreve a dar una fecha: "Es un descanso a largo plazo. Dos, tres, seis o cinco años. Estamos en contacto permanente. Cuando tengamos suficientes experiencias que contar como para hacer un disco, volveremos".
De sus compañeros, comenta que Dani sacará disco en octubre, y Chema para mediados de 2011.
El Pescao no aspira a conseguir el mismo público que El canto. "Hay gente a la que la canción le ha atraído sin saber ni quién era yo y otra gente que no le gustaba El canto y sí le gusta El Pescao, y al revés. Creo que tendré un público diferente, porque el estilo y la música son distintas".
Precisamente sobre el estilo, reconoce que no guarda una línea musical estricta, sino que "tiene de todo". "Tenía más de 200 canciones. Podía haber hecho un disco entero de rock, o cañero, o con canciones experimentales. Pero he preferido elegir las que más me gustaban en varios estilos".
David, que no vende sus canciones porque no le gusta "cómo suenan en la boca de los demás", compone en su propia casa, donde cuenta con un estudio de grabación, y confiesa que algunos de sus temas jamás serán oídos por nadie.
En cuanto al nombre de El Pescao, por el que es conocido entre sus compañeros tras componer una canción con ese título, explica que le resultó divertido. "Llamaba la atención y no deja impasible. Genera curiosidad. Además, lo escogí porque abría la puerta a crear un mundo alrededor de El pescao. Alrededor de David Otero era más difícil inventar un mundo de ilusión y creatividad".
Sobre Nada lógico, apunta que es un juego de palabros: "El pescado nada lógico, analógico...".
Por último, David reconoce que no tiene miedo a engancharse a eso de liderar su propio proyecto en lugar de formar parte de un grupo. "Quiero empezar a poner en mi boca las cosas que siento. Cuando estás en un grupo es una comunión de ideas. Es bonito, pero es como si te llevas diez años dando vueltas en el coche que conduce otro. Llega el momento en que te apetece conducir solo. Para mí ha sido la oportunidad perfecta. Voy a volver a las salas de conciertos pequeñas. Me parece que es el sitio por donde hay que empezar. Es lo lógico y lo coherente".
