Restos de los búnkeres de la Guerra Civil española. Al fondo, el Castillo de Sancti Petri. Foto: Laura LópezLa Isla cuenta con una zona de playas situada en una de las escasas zonas vírgenes que aún se mantienen en el litoral gaditano. La playa de Camposoto y la Playa del Castillo se encuentran una a continuación de la otra y ambas forman parte del Parque Natural de la Bahía de Cádiz. Podría hablarse de una misma playa si no fuera porque, aproximadamente a la mitad del recorrido, cambia su denominación. La principal característica es su sistema dunar, excelentemente conservado. Estas playas se extienden desde las inmediaciones del Castillo de Sancti Petri, situado en un islote en frente, hasta el río Arillo. En el extremo señalado en primer lugar destaca la denominada Punta del Boquerón. Como monumento natural se considera una zona excepcional no solo por su fisonomía, de arena blanca, fina y muy limpia, sino también por sus espectaculares vistas, ya que por una parte permite divisar el viejo poblado de Sancti Petri en el término municipal de Chiclana y, por otra, el propio castillo. No obstante, para acceder desde esta playa a cualquiera de estos dos sitios es necesario una embarcación. A las playas citadas anteriormente se puede llegar en vehículo a través de la salida Sur o la salida Norte de San Fernando, dependiendo de nuestra procedencia. La playa está debidamente señalizada y es muy fácil llegar. Hay una bolsa de estacionamiento bastante amplia, con plazas para más de 2.000 vehículos. Para visitar las playas hay dos opciones, una permanecer en la zona aledaña al aparcamiento o adentrarse andando hacia la Punta del Boquerón. En el primer caso, la playa tiene más afluencia de visitantes, aunque no en exceso, disfrutando de todo tipo de servicios, de información, establecimientos de restauración, módulos sanitarios, equipos de salvamento y primeros auxilios y servicios ambientales y de limpieza. En el segundo caso, es posible disfrutar de mucha más tranquilidad y un paisaje excepcional y salvaje. El interior de la zona dunar tiene una ruta que se encuentra señalizada y habilitada en la mayoría del recorrido con pasarelas de madera. Al final de la ruta, la visión hacia el poblado de Sancti Petri impresiona. PUNTA DEL BOQUERÓN. Este sendero nos da la posibilidad de conocer dos ecosistemas muy diferentes pero que a la vez se encuentran estrechamente relacionados, las dunas y las marismas. La distancia del recorrido es de 2,6 kilómetros. Se inicia al final de la zona de aparcamiento y está debidamente señalizada. La Punta del Boquerón, declarada monumento natural, junto a la batería de Urrutia y el castillo de Sancti Petri constituyen el marco sobre el que se desarollará el camino. Hay que continuar el puente de acceso a la playa para continuar por una pasarela de madera que nos permite avanzar con rapidez. Esta pasarela se encuentra en algunos tramos del camino. A la derecha hay amplios sistemas dunares en muy buen estado sobre los que hay retama blanca y barrón, especies adaptadas a terrenos arenosos gracias a la longitud de sus raíces. Los sistemas dunares son fundamentales para el equilibrio del ecosistema, pues actúan como reserva para rellenar las playas de arena cuando los temporales erosionan en invierno. A la izquierda es fácil distinguir la marisma sobre las antiguas salinas abandonadas. En el caño se pueden divisar garzas, flamencos y una gran variedad de aves limícolas como correlimos, chorlitejos, agujas, andarríos, archibebes, chorlitos, zarapitos u ostreros. Las marismas son consideradas uno de los ecosistemas más productivos a nivel biológico, son vitales para la reproducción y el alevinaje de peces e invertebrados del litoral, almejas, coquinas, bocas y cangrejos. La vegetación se distribuye en función del grado de inundación de los suelos y las estrategias de adaptación a condiciones extremas como alta salinidad, insolación y fuertes vientos. Históricamente, ha sido considerado un lugar estratégico. Al pasar una curva, la ruta asciende unos metros para terminar en un mirador. Siguiendo el camino nos alejamos de la costa para adentrarnos en las dunas. A pocos metros se encuentra la batería de Urrutia, cuya arquitectura está en estado de abandono, envuelta por la maleza. Fue construida en el siglo XVIII para defender las tierras de San Fernando. Alcanzamos la playa y disfrutamos de las vistas del poblado almadrabero de Sancti Petri, el Castillo y un pequeño puerto deportivo. PLAYA DE CAMPOSOTO. No es un verano cualquiera en la playa de Camposoto. Se cumplen 25 años de su liberación, de la desaparición de la histórica verja y del candado que impedían el acceso a los isleños, que obligaba a los ciudadanos a pasar los meses de julio y agosto en otras playas vecinas. Aunque parezca mentira, nada de esto existía hace 25 años. Esta playa era un campo de tiro del ejército español y, por tanto, su acceso se encontraba cerrado a personal no autorizado. Dentro de la playa todavía es posible encontrar varios búnkeres construidos durante la Guerra Civil Española para proteger la zona franquista de un posible ataque republicano. También se utilizaron durante la Segunda Guerra Mundial ante una posible invasión aliada contra el régimen fascista. Más adelante, sobre uno de ellos, se construyó una garita sobre el techo para la observación de aves. Ambos se encuentran en mal estado de conservación a merced de un posible derrumbamiento, pero dotan a la zona de un halo de historia. Desde su apertura al público, la playa de Camposoto ha sufrido una importante transformación, aunque se ha mantenido virgen, sin construcciones a su alrededor. No obstante, los bañistas pueden disfrutar cada verano de todos los servicios propios de playas urbanas, lo que le ha valido casi todos los años para lucir en sus mástiles la bandera azul. El Ayuntamiento de San Fernando con la intención de conmemorar el 25 aniversario de su liberación ha puesto en marcha una batería de actividades para este verano además de haber creado una página web (www.25aniversariocamposoto.es). El 27 de julio se celebrará un campeonato de castillos de arena y una visita a la Batería de Urrutia. El miércoles 30 habrá un encuentro joven europeo. Otro de los acontecimientos destacados tendrá lugar el 12 de agosto, a partir de las 22.00 horas, fecha en la que se ha organizado una observación astronómica de las Lágrimas de San Lorenzo, en colaboración con la Asociación Astronómica de San Fernando. El día 17 de agosto tendrá lugar la Gran Olimpiada Playera para continuar el día 24 con otra visita a Urrutia. El sábado 30 de agosto habrá zumba en la playa y el día 31 tendrá lugar una gymkana. En septiembre continúan las actividades y Camposoto será escenario del I Trail Punta del Boquerón. Por su parte, la Escuela de Surf Camposoto ha puesto en marcha un proyecto de surf solidario que beneficiará a los hijos de familias en situación de desempleo y que será la más evidente muestra de que este programa de actividades tampoco descuida la dimensión social. El consistorio isleño convocará dos concursos, dirigidos a ensalzar las virtudes y características de la playa. El primero de ellos, el I Concurso de Cómic-Playa del Castillo, está dirigido a los escolares de la ciudad y les invita a usar su imaginación para explicar cómo ven y viven la playa. El segundo es el I Concurso de Fotografía en Instagram: Playa del Castillo. Por último, hay una exposición de Enrique Rioja, decano de la prensa isleña y fotógrafo de Diario de Cádiz, que ofrecerá una visión retrospectiva de estos 25 años de historia de Camposoto: desde el principio, desde las primeras movilizaciones y acampadas que a finales de los 80 se llevaron a a cabo para reivindicar el uso y disfrute de la playa hasta ahora.