Las obras de la parroquia de Santiago de Alcalá de Guadaíra están paralizadas por falta de fondos. Queda por arreglar la nave izquierda del templo, además de reponer los elementos constructivos de las bóvedas de piedra que todavía continúan dañados. La situación afecta también a la fachada, que se halla vallada por el peligro de desprendimientos en la vía pública.
El estado de esta parte del templo es tan deplorable que se tuvo que habilitar temporalmente una antigua entrada por la puerta trasera. Esta situación continúa desde el pasado mes de marzo y de momento no se podrá avanzar en las obras porque la parroquia no tiene más dinero para invertir.
Gracias a las donaciones esta emblemática parroquia ya obtuvo hace un par de años una muy buena respuesta a la hora de recaudar dinero para su rehabilitación. De hecho, a lo largo de dos años y medio se movieron cientos de ciudadanos, instituciones y empresas para colaborar en su restauración, que de momento lleva invertidos 180.000 euros.
Sin embargo, ahora hace falta un nuevo esfuerzo para conseguir culminar estos trabajos.
De momento, las labores realizadas van muy avanzadas y los resultados son ya visibles en la nave de la epístola, donde el agua corría por los muros debido a las filtraciones. También se consiguió con el dinero que había restaurar toda la cubierta usando los mismos materiales que tenía originariamente el monumento.
El edificio presentaba hace varios años un estado muy alarmante, principalmente, en las dos naves laterales, donde el agua se filtraba. Del mismo modo, las naves de la cabecera, realizadas en piedra en el siglo XVI, estaban empapadas de agua y en algunos puntos concretos la humedad descendía desde la bóveda hasta unos metros del suelo.
Esta iglesia se comenzó a construir en el siglo XV y continuó en los XVI, XVII y XVIII. En su interior destacan sus esculturas y pinturas de los siglos XVII, XVIII XIX, recogidas en sus retablos.
