La Comisión Provincial de Urbanismo rechazó en su última reunión el cambio de calificación de los suelos de la Harinera Camacho de industrial a residencial, al no contemplar el plan aprobado por el Ayuntamiento de Marchena la reserva de terrenos para viviendas de protección oficial (VPO).
En una resolución adoptada el pasado 28 de febrero, y publicada ayer en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), el citado organismo decide suspender la modificación de las normas subsidiarias de la población para lo que argumenta la existencia de varias deficiencias, entre las que destaca que no se establece la reserva de los terrenos equivalentes al 30% de la edificabilidad para su destino a VPO, tal y como marca la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA).
Igualmente, la comisión señala que al carecer los terrenos de la urbanización necesaria para la edificación deben clasificarse como suelo urbano no consolidado. En la misma línea, recuerda que cuando se establezca la ordenación detallada de esta finca se debe especificar la localización de los terrenos para las viviendas protegidas, las áreas libres, el viario y los aparcamientos, además de los plazos para el inicio y terminación de los inmuebles, que deberán contar con informe favorable de la Consejería de Obras Públicas.
Eso sí, este proyecto, previsto para los 11.300 metros cuadrados de suelo que ocupa la antigua Harinera Camacho, cuenta con el informe favorable de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, que apunta que esta recalificación no precisa de evaluación medioambiental. La Dirección General de Carreteras también informa favorablemente sobre la actuación en este solar.
La empresa Harinas Camacho es una de las más veteranas del municipio (fue fundada en 1919) y tenía previsto trasladar su producción al Puerto de Sevilla por razones logísticas. De este modo, el solar que actualmente ocupan sus instalaciones, ya en desuso, ubicado junto a la travesía de la carretera A-380, estaba previsto que fuera recalificado, según un convenio urbanístico, cuyo borrador se aprobó en 2006, y que obtuvo el visto bueno del pleno en noviembre de 2007.
En el espacio resultante no sólo se proyectan viviendas, sino que también se pretenden construir viales de acceso entre la travesía y el área industrial de este municipio de la Campiña de casi 20.000 habitantes.
Este periódico intentó contactar sin éxito con el equipo de gobierno, actualmente una coalición del PA y el PP, para recabar más datos sobre el proyecto. Y es que cuando esta iniciativa se empezó a fraguar en el anterior mandato eran los socialistas los que ostentaban el poder en la población, por lo que esta propuesta de convertir en suelo residencial los aledaños de la travesía de la A-380, para resolver su eliminación como tal, y convertirla en avenida o bulevar, contó en los últimos tiempos con el beneplácito de prácticamente todos los grupos municipales, según recordó el portavoz municipal del PSOE y ex alcalde, Juan Antonio Zambrano.
El traslado de esta histórica empresa familiar y con fuerte implantación en la comarca supuso el fin de una época en las actividades de transformación agraria en el municipio, que camina lentamente hacia una modernización de la industria para ser más competitivo.
