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"A la empresa de Sevilla le importa muy poco los méritos que los toreros se ganan en la plaza"

Miguel Ángel Perera descalifica a los gestores de la plaza de la Maestranza en un duro comunicado y justifica su negativa a actuar en el coso del Baratillo.

el 22 ene 2014 / 20:06 h.

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El diestro extremeño Miguel Ángel Perera ha salido a la palestra para emitir un comunicado en el que justifica su decisión de no torear en Sevilla mientras la plaza de la Maestranza siga regida por la empresa Pagés, que comandan Eduardo Canorea y Ramón Valencia. Perera comparte esta decisión con Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante. Los cinco toreros rebelados hicieron pública esta decisión a través de un escueto correo electrónico que siguió a las polémicas declaraciones vertidas por Eduardo Canorea el pasado mes de noviembre en un encuentro con la prensa especializada celebrado en Sevilla. blog-alvaro-maestranza“Parece ser que a la empresa de Sevilla le importa muy poco los méritos que los toreros se ganan en la plaza, y en el fondo creo que tampoco le importa mucho la afición que, en definitiva, es la que nos mantiene a todos” ha afirmado el diestro extremeño alabando al público y la plaza de la Maestranza por los que asegura haber toreado en Sevilla en muchas ocasiones “en contra de la opinión” de su apoderado y “sabiendo que no estaba siendo tratado justamente”. Perera repasa sus desencuentros con la empresa Pagés recordando su ausencia de los carteles de la Feria de Abril de 2009: “Después de hacer una gran temporada en toda España en el año 2008, de triunfar en Sevilla cortando dos orejas a un toro y conseguir el trofeo que otorga la Real Maestranza a la mejor faena de esa Feria, cuando llega la hora de mi contratación para la temporada 2009 ya habían hecho varios carteles y habían sido elegidas por otros compañeros corridas que me hubiera gustado torear a mí” refiere el torero recordando que “ese año nos quedamos fuera de Sevilla”. En el mismo comunicado, el torero afirma que en la temporada 2010 renunció al caché alcanzado en otras plazas de igual o menor categoría “por estar anunciado en Sevilla”. De la misma forma, Miguel Ángel Perera asegura que en el año 2011 habían acordado con la empresa Pagés actuar dos tardes en la Feria de Abril y una tercera en San Miguel en la que tenía que haber estoqueado reses de Torrealta. “Dos días antes de anunciar la Feria nos enteramos de que la corrida de Torrealta estaba cerrada con otro cartel” afirma el matador que volvió a acatar –“por estar anunciado en Sevilla”- esas combinaciones en contra de la opinión de Fernando Cepeda, su apoderado: “la empresa nos pidió, por favor, que aceptáramos; que con todo cerrado ya les causaríamos muchos problemas y tendrían que desbaratar carteles el día antes de la presentación; que era un jaleo y que nos compensarían para el año siguiente teniendo en cuenta el favor que le hacíamos”. SEGUNDA CORRIDA DE LA FERIA SAN MIGUEL EN SEVILLAPero, según la versión del diestro extremeño, la cosa no quedó ahí: “cuando llegó el momento de liquidar nos pidieron también que les rebajáramos el dinero que se había pactado en la contratación porque, según ellos, la feria no se les había dado bien”. Fernando Cepeda volvió a hacerse cargo de esa rebaja en la promesa, señala Perera, de un trato privilegiado para la siguiente campaña. “Yo soy una persona agradecida y no olvido a los que tienen esos detalles conmigo”, fueron las palabras de Eduardo Canorea según el relato de Miguel Ángel Perera. Pero al año siguiente, en pleno fragor del conflicto de los derechos de televisión que alentó la creación del efímero G-10, los empresarios sevillanos –así ha sido reconocido por ellos mismos- no descolgaron el teléfono para llamar a Miguel Ángel Perera, que arrostró junto al Juli las principales consecuencias de aquel primer conato de rebelión que reveló las escasas amarras que unían a aquellos diez toreros. “Ellos consideraron que se les atacaba directamente con la creación del grupo y según palabras de Ramón Valencia, se tenían que defender, dejando fuera de la Feria a algunos componentes del grupo. Y a mí me consideraron uno de los cabecillas”, refiere el matador recordando esa incomparecencia en la temporada sevillana del año 2012. Pero Perera sí estuvo anunciado en 2013 en la plaza de la Maestranza: “le dije a mi apoderado que olvidáramos lo pasado, y que cuando llamaran, los atendiera como si no hubiera pasado nada, dejando los resentimientos fuera”. Así lo hizo Cepeda, que ajustó tres tardes a su matador en Sevilla aunque a la conclusión de la Feria solicitaron una nueva rebaja de honorarios argumentando que el ciclo había sido “un desastre”. Una vez más, recuerda el matador, aceptaron el recorte. El relato concluye al referirse a ese polémico almuerzo en el que Eduardo Canorea y Ramón Valencia convocaron a la prensa taurina. Aquel día se prendió la última chispa al descalificar a los actuales representantes de la Asociación de Matadores, cuestionar la adecuación de los toreros a las actuales circunstancias socioeconómicas y mandar a José Tomás “al Senegal”. Para Miguel Ángel Perera aquellas abruptas declaraciones supusieron una desconsideración “a compañeros que tienen todos mis respetos y que, además, nos representan -porque nosotros los hemos elegido-, y culpando a los toreros, incluido a mí -porque también me nombra-, de todos los males de la fiesta, porque estamos en el limbo o en la parra”. Miguel Ángel Perera finaliza su largo comunicado apoyando al resto de los toreros alzados contra los Pagés y formulando tres preguntas -“¿Es ésta una empresa agradecida? ¿Es ésta una empresa responsable? ¿Es ésta una empresa justa con los toreros ?”- que a su juicio tienen una respuesta negativa. “Es lamentable que se haya tenido que llegar a esta situación, porque insisto en que la afición de Sevilla se lo merece todo Y, precisamente de eso se aprovecha su empresa. Pero todo tiene un límite” finaliza el matador que ha sido el segundo en salir a la palestra después del comunicado emitido por José María Manzanares que aludió al “ataque injustificado” recibido por sus compañeros para justificar su negativa a verse anunciado en Sevilla a pesar de reconocer haber recibido “un trato correcto” por parte de la empresa Pagés. El alicantino encontró el eco y el apoyo de sus compañeros Juli y Talavante a través de las redes sociales aunque, como Morante, aún no se han pronunciado al respecto.

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