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Cultura

Parejo describe en un fascismo sustentado en la clase obrera

El historiador de la Universidad de Sevilla José Antonio Parejo desmonta en su libro Señoritos, jornaleros y falangistas (Bosque de Palabras) las ideas "preconcebidas" sobre el fascismo y destaca el "importante" componente obrero de la Falange Española.

el 15 sep 2009 / 02:01 h.

El historiador de la Universidad de Sevilla José Antonio Parejo desmonta en su libro Señoritos, jornaleros y falangistas (Bosque de Palabras) las ideas "preconcebidas" sobre el fascismo y destaca el "importante" componente obrero de la Falange Española.

Así, el libro detalla como fueron los orígenes del fascismo en Andalucía, sobre todo en Sevilla, y recorre los ambientes sociológicos del partido, primero en los años de la República y posteriormente en la Guerra Civil, la posguerra y el franquismo. Según indicó el historiador a Europa Press, uno de los grandes descubrimientos de esta investigación consiste en desvelar las bases sociales del movimiento falangista. "Siempre se había dicho que era un partido de señoritos, gente bien y burgueses al servicio de la capital; pero cuando uno acude a los archivos se da cuenta de que era un partido interclasista, compuesto por militantes provenientes de todas las clases sociales", afirmó.

"Como resultado del aparato propagandístico que ponen en marcha los falangistas desde el principio, el componente obrero dentro de la falange, como en cualquier partido fascista de Europa, es el grupo profesional más numeroso", apuntó. Esta circunstancia se dio tanto durante la República, como tras el 18 de julio, cuando se produce la "avalancha" de filiaciones al partido. El resultado es que "más del 50 por ciento de la militancia, es decir, cientos de miles de españoles, son jornaleros u obreros, fundamentalmente albañiles".

Tal y como indicó Parejo, su investigación, en definitiva, ha corroborado que España "no es ningún caso particular en Europa". Así, las bases del nazismo alemán o del fascismo italiano tienen las "misma composición", tratándose de un partido interclasista con una "inmensa mayoría" de clase trabajadora en sus filas.

Entre las motivaciones que guiaron a esta masa procedente de diferentes estratos sociales a adherirse a la Falange, señaló Parejo la identificación con los principios rectores del fascismo, tales como acabar con la democracia, conseguir un horizonte imperial para España, recuperar el pasado glorioso o acabar con el "virus político" que "venía infectando" la historia de la nación.

Además, a partir del 18 julio, entran en juego otra serie de condicionantes, aseguró. "Siempre se ha dicho que la avalancha que se produjo en Falange se debió a que se ésta se convirtió en un paraguas protector para los que buscaban refugio y escapar de las balas del paredón", abundó.

Para el escritor, lo cierto es que las ideas o principios que lanzó el fascismo a través de su propaganda, se convirtieron en "tremendamente fascinantes" para cientos de miles de españoles. "El fascismo prometía una sociedad nueva, donde desaparecieran las injusticias sociales", apuntó. Así, en Alemania, por ejemplo, Hitler "acabó con el paro y se preocupó por qué las clases desfavorecidas no volvieran a pasar penalidades". En el caso de España, la Falange, se presentó con un discurso "unificador, de renovación social que caló hondo en las masas", añadió.

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