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Pariendo puestos de trabajo

Representan el 40% de los más de 73.000 puestos de trabajo que la economía social genera en Andalucía. Llevan en sus conciencias tener poco tiempo para sus hijos pero son dueñas de su trabajo. Desde ayer se reúnen en la primera federación empresarial de mujeres para la economía social (Fempes), que preside Teresa Páez. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 21:26 h.

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Representan el 40% de los más de 73.000 puestos de trabajo que la economía social genera en Andalucía. Llevan en sus conciencias tener poco tiempo para sus hijos pero son dueñas de su trabajo. Desde ayer se reúnen en la primera federación empresarial de mujeres para la economía social (Fempes), que preside Teresa Páez.

"Dar vida es algo consustancial a las mujeres", señala la vicepresidenta del Gobierno, pero hay otras formas "no menos hermosas de insuflar nuevo aliento a personas y colectivos". Así arranca la vicepresidenta primera del Gobierno el prólogo del libro Historias que dan vida. Mujeres y economía social. Siete relatos tras los que están Encarnación, Angelita, Teresa, Lola, María del Mar, Karen y Loli.

Siete andaluzas que están tras una de las mayores empresas nacionales de aceitunas de mesa (Acyco), una gran empresa de limpieza industrial (la cooperativa Sierra Nevada), el Colegio Albariza, Macondo (dedicada a la producción y exportación de patatas, sandía, melón y batata), la primera cooperativa andaluza de arqueología (Arkaion), una consultoría sin ánimo de lucro para emprendedoras y la asesoría Orellana.

La publicación de la Confederación de Empresarios para la Economía Social (Cepes) se presentó ayer junto a un DVD, en unas jornadas que contaron con la presencia -fugaz- de la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, y la consejera del ramo, Micaela Navarro, junto al presidente de Cepes, Antonio Romero. "En crisis más que nunca hay que contar con el talento de la mitad de la población, es un despilfarro que no nos podemos permitir", aseguró Aido reclamando la incorporación de la mujer a la empresa porque eso mejora, dijo, "la cuenta de resultados".

A estas mujeres ningún empresario se lo puso fácil pero sin saberlo les hicieron un favor. Las obligaron a montarse su propio negocio. Y optaron además por una manera de entender la economía diferente, mirando más a las personas y menos a los beneficios. Encarna empezó a los 14 años rellenando aceitunas con sus manos y a los 60 es presidenta de Acyco. "Para eso he tenido que quitarles a mis hijos su tiempo", lamenta. Teresa mira ahora hacia atrás, cuando sus tres hijos eran pequeños, y se asombra: "Me hacía cargo de todo. No sé cómo podía". Lola tuvo que poner la primera parcela que compró a nombre de su marido porque la ley franquista impedía a las mujeres ser propietarias de la tierra. A María del Mar se le encendió la bombilla ante la A-92 y propuso la primera actuación arqueológica en una carretera. "Es complicado ser líder. Te puedes equivocar muchas veces", dice Karen. Todas repetirían. Todas, con esfuerzo y sacrificio, han parido cientos de puestos de trabajo.

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