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Parlamento nacional

La España plural es lo que otros llamamos, con escándalo y rasgadura de ternos fundamentalistas, nación de naciones. Pues verán, resulta que estamos, en esta legislatura que empieza su andadura, ante un Parlamento nacional de naciones, es decir, refleja que los nacionalismos han ganado.

el 15 sep 2009 / 02:47 h.

La España plural es lo que otros llamamos, con escándalo y rasgadura de ternos fundamentalistas, nación de naciones. Pues verán, resulta que estamos, en esta legislatura que empieza su andadura, ante un Parlamento nacional de naciones, es decir, refleja que los nacionalismos han ganado, por voluntad popular, al internacionalismo. Contemos internacionalistas: un poner, socialistas e iuistas; 171 escaños. Nacionalistas: peperos más Díez, 155, conglomerado periférico, 24; total: 179. No se me olvida Bono que, a la espera de otras salidas del ropero, hay que incluirlo en el bloque nacionalista español. Total: 180 contra 170.

Sin embargo, lo común abunda, no se alarmen; además contamos con una lingua franca hispana: la taurina. Bien es cierto que no es que la dominen sus señorías. Ejemplo, Erkoreka, vasco, arguye contra los excesos nacionalistas de Bono, la peligrosidad de los cabestros. Sólo dos comentarios: los cabestros de la Maestranza por San Telmo -los he visto- tienen menos peligro que la kale borroka; otro, los toros buenos no suelen decir mú, están con la boca cerrada: será difícil para Bono. En fin que Bono tendrá que coger el toro por los cuernos, demostrar que conoce el percal, no saltarse a la torera el reglamento, tener mano izquierda y echar un capote, llegado el caso, y no blandir la guía de teléfonos. Sobre todo porque será una legislatura en la que habrá que templar. Va a tener suerte en no emplearse a portagayola como su antecesor Marín que más de una vez tuvo que apretarse los machos ante irrespetuosos saltos de la rana y coger el olivo por los arreones de Pujalte. Se cree que, de momento, los propios verán el toro desde la barrera, esperando la querencia; habrá, si acaso, briega y mantazos, ya que, en el mano a mano, la cuadrilla contraria anda algo descompuesta y no sería de extrañar que a alguno de la terna, que se comenta que está para el arrastre, le den la puntilla o quizá antes, se corte la coleta.

Licenciado en Derecho y Antropología. aroca.javier@gmail.com

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