La asociación Pro Derechos Humanos se concentró ayer ante la Oficina de Extranjería de Cádiz para denunciar la "represión policial" que se produjo en la tarde del pasado lunes para desalojar a los inmigrantes que se encontraban allí congregados desde hace varios días tras extenderse un rumor sobre la apertura de un falso proceso de regularización extraordinaria.
Durante la intervención policial fueron detenidos 21 indocumentados, de los cuales 18 serán trasladados a un centro de internamiento de extranjeros de Algeciras, dos se encuentran ya en libertad porque su orden de expulsión ha expirado y sólo uno, el único marroquí, será devuelto de forma inmediata a su país.
La Subdelegación del Gobierno en Cádiz fue muy criticada por adoptar esta medida no sólo desde diversas ONG y asociaciones que colaboran con inmigrantes sino también desde algunos partidos políticos. IU calificó de desproporcionada la actuación policial mientras que el PP atribuyó la masiva llegada de extranjeros a Cádiz a la "errática política" del PSOE en materia de inmigración.
El subdelegado interino, Francisco Calero, quiso aclarar que las detenciones se produjeron con "pulcritud" y "delicadeza". Según aseguró, en el momento en el que los agentes comenzaron a pedir la identificación a los inmigrantes éstos "se abalanzaron hacia ellos, a algunos los derribaron resultando contusionados y un policía resultó herido".
Desde hace semanas, y a raíz de un bulo, decenas de inmigrantes procedentes de distintos puntos del país hacían cola ante esta oficina, que ha recibido mil solicitudes de regularización.
