Scott Roth da indicaciones en un tiempo muerto, único momento en el que la ACB le permite hacerlo. Foto: Inma Flores.
Dane Watts ya tiene su pasaporte, también Derrick Byars. Respiran aliviados en los despachos del San Pablo. Un frente menos. Ya solo resta arreglar la licencia de Scott Roth. La solución está en camino. Y en ese proceso, qué mejor normalización que agarrar la primera victoria, que tendría un valor doble por el prestigio de la cancha que visita Baloncesto Sevilla. La Fuente de San Luis sería en caso de éxito manantial de felicidad pero sobre todo de confianza, en un equipo que, obviamente, con todos los cambios necesita refrendar con triunfos no sólo el trabajo, sino la idea, el concepto y hasta la apuesta por Scott Roth.
Es un encuentro de incógnitas, porque el reseteo que ha practicado la nueva dirección del club sevillano en su plantilla también ha ocurrido en buena medida en el campeón de la Eurocup, que aunque mantiene una estructura base y a su entrenador, Velimir Perasovic, ha perdido a su gran estrella, Justin Doellman, que fichó por el FC Barcelona, y no podrá contar con uno de sus interiores más destacados, el montenegrino Bojan Dubljevic, que se operó en junio del hombro izquierdo y aún no se ha recuperado.
En el partido de liga regular jugado en Valencia la temporada pasada, Doellman anotó 23 puntos y se fue a 31 de valoración; Dubljevic sumó 16 puntos, 6 rebotes y 18 de valoración. Cierto es que en el duelo decisivo del play off de cuartos de final (87-84), ya fue baja, en un encuentro en el que decantó la balanza otro jugador que ya no figura en el roster valenciano, el base estadounidense con pasaporte croata Oliver Lafayette (22 puntos), que ha fichado por el Olympiacos.
Han sido cuatro los refuerzos que han llegado al cuadro naranja: el base Guillem Vives (Joventut), nombrado Mejor Jugador Joven de la Liga Endesa 2013-2014, el pívot croata Kresimir Loncar, el pívot estadounidense Luke Harangody, que llega del Unics Kazan, rival de los valencianistas en la final de la Eurocup, y otro estadounidense, el base-escolta Dwight Buycks, jugador de los Toronto Raptors la pasada temporada con trayectoria anterior en Bélgica y Francia.
Como demostró con su derrota en Murcia ante el UCAM de Diego Ocampo en la primera jornada (85-76), Valencia está en un proceso de adaptación a los cambios como sucede en Baloncesto Sevilla, que necesita airear en este duelo su convencimiento de convertir la defensa en su principal seña de identidad, después de la frágil prestación del debut ante Iberostar Tenerife (87-96). Si no lo hace puede salir escaldado de Valencia, que sigue teniendo mucha capacidad de anotación, como ha demostrado en la pretemporada y en el partido que ambos equipos jugaron en Carmona (89-95), en el que el granadino Pablo Aguilar se dio un festín (25).
Partido para que, además, en el rendimiento individual varios jugadores avancen respecto a la primera jornada, caso de Kristaps Porzingis, Balvin y casi todos los fichajes, Byars, Thames y Pullen, que deben dar mucho más. Una pista complicada pero una oportunidad de lograr un golpe moral.
