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Jóvenes al día

Pasarela hacia la celebridad

Muchos jóvenes deciden apostar por su sueño de triunfar en el mundo de la moda, que pese a la crisis se plantea como un sector productivo. Se trata de un mundo competitivo y duro, vinculado a la belleza física, en el que perpetuarse es casi imposible

el 24 ene 2015 / 09:00 h.

Las modelos Emily Gomes yDulce Casado, peinadas y maquilladas por Rosa Hidalgo, mientras son arregladas por el diseñador Felipe Duque y la directora de Mmexpression, Manuela Montes. / Fotos: PEPO HERRERA. Las modelos Emily Gomes yDulce Casado, peinadas y maquilladas por Rosa Hidalgo, mientras son arregladas por el diseñador Felipe Duque y la directora de Mmexpression, Manuela Montes. / Fotos: PEPO HERRERA. Durante la adolescencia no sólo se dan cambios físicos, sino también emocionales. Es entonces cuando aparece por primera vez la preocupación por el aspecto físico. Muchos sueñan con tener un cuerpo perfecto, sentirse atractivos y vestir a la moda. Una moda que es capaz de influir en los comportamientos de éstos y llevarlos a querer vivir el éxito y la fama de las pasarelas. La influencia que ejerce sobre ellos la publicidad de las principales marcas puede estar detrás de este hecho. La moda se ha convertido en uno de los sectores más pujantes de la economía española, que está logrando superar la crisis económica gracias a una creciente presencia internacional y cuenta con una cifra equivalente al 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. A pesar del momento boyante que parece atravesar la industria, no es fácil acceder al mundo que se encarga de poner cara al gremio. La profesión que acapara revistas, flashes, certámenes de belleza y pasarelas se plantea como una de las más duras y desagradecidas de las existentes, en la que la trayectoria profesional de las modelos no logra desprenderse de la imagen temporal y efímera de juventud. Dulce Casado está a punto de cumplir 20 años. Estudia el segundo curso del grado de Enfermería en Sevilla, estudios que compagina con su formación y trabajo como modelo en la agencia Mmexpression. «No decidí meterme en el mundo de la moda por mí misma, más bien me metieron», destaca la joven. «Siempre asocié la moda con personas que gustaban por ser muy guapas y estar muy delgadas, y es un mundo que siempre he rechazado hasta que lo conocí de cerca, animada por mi familia y amigos». Así fue como Dulce decidió pasarse por la agencia, lugar donde conoció a Manuela Montes, su directora, quien desde el primer momento la animó a formar parte de su escuela de modelos. La trayectoria de Dulce comenzó en abril de 2014, hace casi un año. Ya ha realizado dos cursos con su agencia, el primero centrado en explotar sus aptitudes como modelo y el segundo más enfocado a la publicidad, para aprender a promocionar las prendas que porta. «Desde el principio lo que más me costó fue perder la timidez ante la cámara y ante la gente, pero fue algo pasajero, tras varias sesiones logré sentirme cómoda con la situación», cuenta. Dulce siempre ha sido una chica muy perfeccionista y buena estudiante. Entrar en la agencia fue una decisión complicada, ya que pensaba que sus estudios podían verse afectados de forma negativa. «A veces he perdido horas de sueño por llevarlo todo adelante, sobre todo en época de exámenes. Tuve que renunciar a algunas cosas como a la práctica del volleyball o las clases de inglés, pero siempre hay que renunciar a cosas por hacer lo que te gusta», dice. Manifiesta que no tiene que realizar grandes esfuerzos para mantener la línea: «No me obsesiono con cuidar mi alimentación, aparte de que mi metabolismo no tiene tendencia a engordar, siempre he comido sano, lo tengo interiorizado. De momento me mantengo estable en la talla 36». A Dulce le gustaría vivir de la profesión, sabe que hay gente que lo hace, aunque entiende que no es fácil: «De momento estoy de prácticas, no soy una modelo profesional. Las cosas que hago se hacen como intercambio, de momento no estoy cobrando por mis aportaciones». Este trabajo le aporta mucha satisfacción y enriquecimiento como persona: «Me ayuda a madurar y a tener confianza en mí». En cuanto a elegir entre la moda o sus estudios, dice que nunca dejaría su carrera por dedicarse a esto, quiere dedicarse a la moda, pero después de terminar sus estudios, es consciente de que se trata de un mundo fugaz y momentáneo que te olvida con el paso de la edad.   ESCUELA DE MODELOS. Manuela Montes es la directora de la agencia de modelos y azafatas Mmexpression. Para ella, formar a una modelo pasa por nutrirla en el arte de la pasarela, la publicidad, el posado fotográfico, la peluquería, el maquillaje y el estilismo. Manuela empezó como modelo en la escuela de Rocío Martín, tras un año de promoción se marchó a Madrid. Allí estuvo cuatro años en los que trabajó mucho, pero no terminó de integrarse en la capital y decidió volver a su Sevilla natal. «Desfilé en Cibeles, también en otras ciudades como Barcelona o Atenas, pero llegó el momento de plantearme volver y lo hice. Fue entonces cuando creé la escuela de modelos», explica. Mmexpression cuenta con una trayectoria de 16 años. Desarrollan todo tipo de actividades y eventos como pasarelas, sesiones de fotografía y spots publicitarios. Entre sus últimos logros se encuentran trabajar con diseñadores marroquíes con los que han organizado desfiles en el país africano. También han conseguido hacerse un hueco en Londres, dando a conocer la imagen de Andalucía. «No trabajamos la pasarela flamenca como se trabaja aquí, trabajamos la moda andaluza pero de forma diferente, más alternativa, es por eso que la llevamos a países como Marruecos o Inglaterra», comenta. Manuela resalta que en su agencia se pretende conseguir un look diferente con cada modelo. Para ello, hay que formarlas en shopping, dietética y nutrición, protocolo y comunicación, además de videocasting e interpretación. «Estas son las materias que damos en nuestra escuela para formar a las modelos, el curso dura tres meses», añade la directora. «Después vienen las prácticas, en las que se pone de manifiesto todo lo que han aprendido. Nuestra intención es ubicarlas en diferentes puntos de España o fuera, ahora por ejemplo hay un mercado muy bueno en Turquía y China». La directora advierte que las malas prácticas en la profesión pueden traer consecuencias negativas para las chicas: «La alimentación es muy importante, siempre decimos que una modelo tiene que estar delgada, eso sí, evitando la extrema delgadez, que sólo termina perjudicando a la salud. Es importante reconocerse a sí misma y saber cómo se es, ya que la constitución personal va a ir marcando cómo realmente se te ve bien». Manuela explica que para los principales diseñadores una talla 38 es lo máximo permitido para una modelo, aunque esto puede cambiar dependiendo del país o la región: «En Andalucía la 40 es una buena talla, a la moda flamenca le sientan bien las curvas; mientras en China por ejemplo, una 38 es demasiado para una modelo». El prototipo de cuerpo de chica ha cambiado en los últimos años, advierte Manuela: «Se están introduciendo las plus-sides, modelos con tallas grandes. Entre un 5-10% de las maniquíes de ahora visten talles grandes por encima de la 40». Apunta además que existen marcas que sólo visten a estas mujeres. «Un 10% de los modelos son chicos, frente al 90% que son chicas», subraya la directora. Para ella, al hombre todavía no termina de gustarle la idea de sentirse observado. Aparte de que «hay muchos diseñadores que todavía no terminan de ver la idea de vestir al hombre». «Es muy difícil hacerse un hueco en este mundo. Se requiere de mucho tesón y constancia, no se puede bajar la guardia. Hay que estar siempre perfecta, estar en el lugar adecuado en el momento idóneo. No puedes ir a los sitios de cualquier manera, no debes descuidar tu peinado ni tu forma de vestir, no puedes dejar al azar las cosas, tienes que estar siempre bien», concluye la directora y experta en modelos.   EL ARTE DE DISEÑAR. Felipe Duque es diseñador de moda, tiene 29 años, de origen colombiano y afincado en Sevilla desde hace tres años. Lleva en el mundo de la moda toda su vida, ya que proviene de una familia dedicada a la industria textil. Su madre también es diseñadora. «Siempre tuve muy presente que quería ser diseñador, cuando era pequeño jugaba con mis primas a vestirlas con trozos de telas y alfileres, siempre me vi dentro de la profesión», declara el joven diseñador. Su formación comenzó en Bogotá, donde estudió Diseño Textil. A su llegada a España realizó el Máster en Estilismo, Fotografía y Comunicación en Moda. También estuvo trabajando en un taller de moda flamenca con un diseñador local. En Colombia ha trabajado todas las vertientes de la moda: industrial, prêt-à-porter, alta costura, masculina. En España su carrera acaba de comenzar con el lanzamiento de su marca propia con dos colecciones. Su estilo como diseñador pasa por hacer todo tipo de prendas. Busca la elegancia y la personalidad en sus vestidos. Para mujer utiliza tejidos vaporosos y suaves, con caídas, sensuales. Le gusta integrar en sus creaciones piedras, brillos y colores. Aunque es fiel admirador de la moda flamenca, plantea que de momento no se atreve con ella. Felipe Duque ha participado en el desfile Andalucía de Moda, el que debutó en España con muy buena crítica, también en el desfile Code 41 organizado por Sevilla de Moda, en el desfile Sevilla de boda o en la Noche en Blanco, además de en las pasarelas de Mmexpression. Es de los pocos diseñadores que se atreven a vestir al hombre: «Tengo mi propia línea de chico, es pequeña y va enfocada a un hombre clásico. Para el hombre es complicado porque sobre todo en Sevilla a los chicos les cuesta arriesgar, les da miedo». Felipe Duque expone que su profesión es complicada, pero no más que otras: «Hay que trabajar muchas horas, llamar a muchas puertas e incluso arriesgarte a perder dinero». Tiene claro que para dedicarse a la moda tiene que gustarte mucho, ser muy fuerte y tener cualidades como la humildad y la sencillez.

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