La empresa Pascual está dispuesta a realizar cambios en el uniforme de las enfermeras que sólo responderán en parte a las demandas de las trabajadoras de la clínica San Rafael de Cádiz. El informe en el que se han evaluado los riesgos para la salud a causa de su vestuario ha concluido que deben sustituir la cofia por un gorro sanitario que será obligatorio para todo el personal con pelo largo, independientemente de su género. Sin embargo no incluye ninguna referencia a las faldas que componen el actual uniforme y que provocaron la controversia cuando varias enfermeras denunciaron que les habían quitad un plus de productividad en sus nóminas por negarse a llevarlas.
La dirección de la empresa informará el próximo 12 de mayo a los delegados de prevención de las medidas recomendadas por este estudio, encargado por la Inspección de Trabajo después de que un grupo de trabajadoras denunciara un trato discriminatorio por no poder llevar pantalones como otros empleados. Sin embargo, el informe no alude a las faldas, por lo que se deduce que no suponen un peligro para la salud. Sí impide a los empleados salir a la calle con el uniforme.
La presidenta del comité de empresa de la clínica San Rafael, Adela Sastre, considera que estos cambios son "una machada más" porque no se hace referencia a la obligación de llevar faldas. A su juicio, con este informe lo que se pretende es "evitar nuevas situaciones de reclamaciones en esta materia".
