Los primeros datos sobre los resultados de las elecciones de ayer en Grecia dejan en evidencia que los electores griegos han castigado a los dos partidos mayoritarios que desde hace 40 años se alternan en el poder en Grecia y que apoyaron las medidas impuestas por Europa en los últimos meses: el conservador Nueva Democracia y el socialista Pasok.
A pesar de que el partido de Nueva Democracia consigue ser la fuerza más votada con un 20,59%, con el 27,44% de los votos escrutados, existe un importante aumento de las formaciones radicales en el país ya que, por ejemplo, la segunda fuerza más votada sería el Partido de la Izquierda Radical (SYRIZA), con el 15,52%, por delante del histórico Partido Socialista Panhelénico (PASOK), que tendría el 14,28%.
A pesar de que las formaciones tradicionales contarían con mayoría suficiente para gobernar, el PASOK se ha negado a continuar con el gobierno de coalición que ha existido en el país en los últimos meses. De esta forma, el líder del PASOK, Evangelios Venizelos, pidió la formación urgente de un Gobierno de concentración en Grecia conformado por los partidos favorables al plan de rescate del FMI/UE, comenzando por el suyo propio, tras rechazar la formación de una coalición de Gobierno con el partido conservador Nueva Democracia, según informa el diario Kathemirini.
Por detrás de ND, SYRIZA y PASOK, quedan Griegos Independientes (10,30% y 32 escaños) y el Partido Comunista de Grecia (KKE, 8,29% y 25 representantes), por delante del partido de extrema derecha Amanecer Dorado (6,84% y 21 diputados) y de la Izquierda Democrática (5,96% y 18 escaños).
Tanto fuentes de Nueva Democracia como del PASOK descartaron la convocatoria de nuevas elecciones y su voluntad de formar un gobierno de coalición pese a que durante la campaña los conservadores de Nueva Democracia habían amenazado con convocar sucesivas votaciones hasta lograr una mayoría suficiente, informan medios griegos.
