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Pastora se da ‘Un Viaje en Noria’

El grupo barcelonés publica nuevo disco ‘U.V.E.N.’, todo lo que se espera de ellos pero con “un plus de experimentación”.  

el 17 feb 2011 / 17:07 h.

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Tres años después de su 'Circuitos de Lujo', Pastora está de nuevo sonando con su estilo propio. ¿Te apuntas a este viaje singular en su noria?

El trío barcelonés Pastora ha publicado su cuarto álbum de estudio, Un Viaje en Noria (U.V.E.N.) (Sony), en el que sus seguidores podrán encontrar “todo lo que se espera” de ellos “y un poco más de experimentación”. “Hay canciones down tempo, canciones épicas, canciones con armonías muy trabajadas y otras más sencillas”, asegura Caim Riba.

Dolo Beltrán (voz), Caim (músico) y Pauet Riba (encargado del aspecto visual) afrontan con mucha ilusión esta nueva etapa después de tres años desde su anterior trabajo, Circuitos de lujo. Tres años en los que les ha “pasado de todo” e incluso Pauet ha sido padre de gemelos. Por eso aseguran que este tiempo ha sido como “haber estado abducidos, pero ahora es el regreso”.

Dolo asegura en una entrevista que, como de costumbre, primero han trabajado en la música y después en las letras y las melodías, si bien puntualiza que cada vez trabajan “más en conjunto” entre los tres.

Acerca de la elección del discotequero sencillo Feel the Magic como adelanto a pesar de que no refleje el contenido real del disco, Caim ha insistido en que en estas nuevas canciones queda recogido “todo el abanico de Pastora más dos experimentos, Feel the Magic y Noria Fóbika”.

“Un pedazo de tierra habría sido un buen primer single, dejando Feel the Magic más para el verano, pero como hacía mucho tiempo que no estábamos, nos apetecía salir directamente a bailar, y por eso esta elección, porque es desenfadada y diferente”, plantea Caim, mientras que Pauet bromea con la intención de que este sencillo sea “la canción del invierno”.

También explica Caim que “electrónica como tal hay menos en este disco”, si bien ha matizado que “es que cada vez la electrónica interviene más porque sí, aunque sea un acústico”. “La evolución natural es que a los 20 años tienes muchas ganas de notar el boom, pero a los 30 quieres tocar las cosas en vivo. Pero la electrónica para nosotros es siempre como un instrumento más, siempre al servicio de la canción”, señala.

En lo que tiene que ver con sus planes para los próximos meses, Dolo adelanta que esperan “hacer conciertos, trabajar y vivir del disco”, y apunta que el 4 de marzo actuarán en el Palau de la Música de Barcelona. Caim agrega que esperan que el disco les dé “un poco de trabajo” y les permita “seguir viviendo de la música a pesar de la crisis”.

Con respecto a esto último, Caim ha defendido la plataforma de música en streaming Spotify como un “ejemplo de cómo ponerse al día”. “No hacerlo por prohibiciones, sino darle a la gente algo que le sirve. Está esa cultura de lo quiero todo para mí, y querías tener toda la discografía de todos los grupos que luego no escuchas”, argumenta.

Para Pauet, “la gente no hace el pirata porque sea mala, sino porque tiene una necesidad, y Spotify demuestra que no hace falta bajarse las canciones”. En su opinión, “Spotify ahorra espacio en las casas y en los discos duros, puedes escuchar un disco y si te gusta mucho te lo compras”.

Por su parte, Dolo recuerda que España es el país “que más paga por las telecomunicaciones”. Por eso ha afirmado que las empresas de telecomunicaciones “tendrían que pagar ellas la protección intelectual, y que la gente pudiera tener lo que quisiera porque ya paga su cuota mensual”. “Pero es muy difícil que se ponga todo el mundo de acuerdo”, apostilla.

Caim defiende que “hay que tomar ejemplos como Spotify o MySpace”, si bien plantea que siempre “tiene que haber un formato físico, eso sí, con letras e ilustraciones al menos que se viera en una pantalla”. Además, añade que “por alguna razón la industria está estancada desde los años ochenta”.

Dolo se ha mostrado convencido de que al final “volverá el vinilo, aunque sea como coleccionismo”, algo sobre lo que Caim añade que es que el “vinilo era como un cuadro”.

“Hay que darle el valor que tiene en algo físico, que la gente pueda comprar algo físicamente aprovechable, no sólo por querer apoyar al artista. Parece que pedimos al usuario un acto de altruismo, pero éste tiene que querer comprarlo porque hay un trabajo bonito”, destaca.

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