Parece que poco a poco a Pastora Soler se le va contagiando el optimismo. La representante española en Eurovisión, más centrada en vivir el momento que en elucubrar sobre posiciones, se ha marchado a Bakú esperando quedar, al menos, entre los cinco primeros de la final.
La cantante sevillana ya ha puesto rumbo a Azerbaiyán, país anfitrión del certamen, para el próximo día 26 de mayo subirse al escenario del Crystal Hall, aunque antes de partir Pastora se ha despedido de sus fans en el aeropuerto de Barajas.
Ante las cámaras del matinal de 'La mañana de La 1', la artista se ha mostrado muy ilusionada: "Ojalá que se cumplan las expectativas y quedemos entre los diez, o mejor, entre los cinco primeros; me encantaría".
Y es que Pastora Soler, que actuará en la posición número 19 para interpretar 'Quédate conmigo', entró recientemente en el 'top five' del Eurochart 2012 y las casas de apuestas la continúan dando como una de las principales favoritas para ganar el conocido certamen de la canción.
Sin embargo, hasta ahora la sevillana ha preferido estar centrada en crecer como artista y vivir al máximo su actuación. "Mi objetivo es hacer un buen directo en Bakú", afirmaba este miércoles al tiempo que recordaba que el festival es "es duro, pero que es una experiencia muy emocionante".
Unos días antes, también en un medio de la casa, RNE, Pastora Soler reconoció incluso que se había puesto "en todas las posiciones posibles, pero no en la de ganar". "Lo veo imposible", sentenció entonces la representante española.
Sin embargo, la cantante parece haber cambiado de ánimos con su marcha a Azerbaiyán, sumándose así a Televisión Española, que, en boca de Carlos Mochales, director de Programas de Entretenimiento, ya vaticinó que "probablemente ganemos o, si no ganamos, vamos a quedarnos muy cerca".
En 'La mañana de La 1', Pastora ha desvelado también que su estilista lleva en la maleta "hasta 20 trajes distintos" para deslumbrar en Bakú, entre vestidos de fiesta, de cóctel y otros atuendos más informales para las entrevistas que tendrá que atender estos días previos al festival.
Lo que continúa guardando con celo, en su propia maleta, de la que "no se va a separar en ningún momento en todo el viaje", es del vestido que lucirá en la gala. "Si se pierde el vestido es que me he perdido yo", ha asegurado sobre una prensa de la que lo único que se sabe es "que no será de color amarillo".
Junto a Soler han partido también una delegación de TVE y el coro que la arropará en el escenario, formado por Rebeca Rods (mezzosoprano); Mey Green (soprano); Sheila Blanco (soprano), Antonio Tomás Sepúlveda (tenor) y Miguel Antelo (tenor). Tampoco se separará de ella su marido y coreógrafo, Francis Viñolo, junto a quien lleva años trabajando.
