Más enérgico y firme que en los días previos, tal vez por eso de verse respaldado por ocho de cada diez delegados presentes en el Congreso de UGT-A, Manuel Pastrana elevó ayer la voz para pedir a sus compañeros cohesión interna y evitar la confrontación y para rechazar de plano las críticas que apuntan hacia la falta de acción en el sindicato.
Manuel Pastrana, proclamado secretario general de UGT Andalucía por cuarto mandato consecutivo, enfiló ayer la clausura del IX Congreso regional con fuerzas renovadas, ésas que le llegaron tras comprobar cómo fue avalado por el 80,25% de los casi 500 delegados presentes en el mismo. Su voz en el discurso de cierre a tres intensos días sonó contundente y sus mensajes, rotundos.
El primero de ellos llegó en clave interna. El líder sindical apeló al esfuerzo de toda la organización para trabajar en favor de la cohesión interna, "uno de los valores de UGT", y a hacerlo desde la lealtad y la honestidad. En este punto, recordó cómo hace once años se impuso al otro candidato por sólo cuatro votos de diferencia, circunstancia que no impidió que "trabajáramos sin confrontación interna ni división y eso ha hecho al sindicato una herramienta poderosa en manos de los trabajadores".
Sin mencionarlo, Pastrana hacía un llamamiento a la unidad después de que no prosperase una candidatura alternativa a la suya encabezada por Jesús Comino, quien fuera secretario general de UGT Córdoba. La pugna no llegó a producirse, ya que éste no contó con el 25% de avales necesarios para presentar su lista.
Pero sólo su mera intención abrió la puerta al debate de la proximidad o lejanía de la organización con los trabajadores de la calle y la necesidad de movilizar más a las bases. Y he aquí el segundo mensaje lanzado por Pastrana.
"No tenemos miedo de salir de la calle", apostilló el recién elegido secretario general, visiblemente harto de que se cuestione dónde están los sindicatos ante la grave crisis económica. "Estamos peleando y luchando con los que se han echado a la calle. En los últimos ocho meses, hemos estado en encierros, manifestaciones, mesas de negociación y donde los compañeros nos han necesitado, además de proponiendo medidas a la Administración de protección social", defendió.
"Yo puede que cojee, pero ése es el único temblor que tengo", aseveró, arrancando los aplausos de un auditorio completamente entregado a su líder.
Pastrana estuvo acompañado -además de por su familia- por el secretario general de UGT, Cándido Méndez, y por su homólogo de CCOO-A, Francisco Carbonero, y contó con la presencia de las consejeras de Obras Públicas, Rosa Aguilar, y de Justicia y Administración Pública, Begoña Álvarez, y con la aparición a última hora del secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, para expresarle su apoyo.
En su intervención, Pastrana se desmarcó de proyectos individuales o personales. "Éste es un proyecto colectivo". Lo contrario, señaló, sólo conduce a la pérdida de capacidad de trabajo. Y eso, precisamente ahora, es lo que más falta hace, por lo que afrontará esta difícil etapa "codo con codo con CCOO-A". Le quedan para ello cuatro años por delante.
