La asociación Paz y Bien, en su incesante labor de ayudar a los más necesitados, extiende ahora su red a Guatemala. El vicepresidente, Rafael Pozo, presentó ayer en la granja escuela San Buenaventura de Alcalá de Guadaíra las acciones que llevan a cabo en Guatemala desde la asociación.
Explicó que el trabajo en este país partió de un estudio sobre la educación, ya que el 26% de los niños menores de 14 años no acude al colegio. Partiendo de esta premisa, Paz y Bien centró su trabajo en Quezaltepeque, donde creó un centro de día para niños desnutridos y, en noviembre, inaugurará el complejo Tuncushá, que incluye una residencia para menores con alguna discapacidad, un almacén de alimentos y un centro de formación ocupacional.
El objetivo prioritario es "atender a 60 niños en situación de riesgo que viven en Quezaltepeque, San Jacinto y Concepción Las Minas", detalló.
La organización, además, trabaja en el lugar con una unidad de rehabilitación y atención médica integral, una línea de transporte, un programa de alimentos y otro de formación para profesionales y voluntariado, además de uno para formar en materia de nutrición a mujeres rurales y uno más de becas para estudiantes con escasos recursos.
Paz y Bien nació en 1979 como una asociación sin ánimo de lucro, dedicada a la integración, defensa y promoción de los intereses de las personas con discapacidad intelectual o en situación de exclusión social. Hoy cuenta con más de 600 usuarios distribuidos en 40 centros en las provincias de Sevilla y Huelva.
En Alcalá de Guadaíra es done más recursos tiene en materia de discapacidad, y gestiona un centro de formación ocupacional, una unidad de estancias diurnas, una residencia para gravemente afectados, otra para mayores con discapacidad, una tercera para adultos y una cuarta para psicodeficientes. De igual modo, en este municipio de Los Alcores se encuentra también su granja escuela.