Pedro Guerra celebra 30 años de carrera, un periodo en el que puede dar tanto vértigo contemplar el camino recorrido o ver cómo ha cambiado el paisaje de la industria musical... «Pues quizá me da más vértigo el cambio de paisaje, pero no crea, es algo en lo que ya estábamos. Efectivamente, si pienso cómo era todo hace 20 años, cuando llegué a Madrid, la cosa ha cambiado. ¿Vértigo? Sobre todo por el paso del tiempo, pero el análisis del camino recorrido solo me da satisfacción, porque puedo cantar canciones de todas mis épocas y mi trabajo se ha conservado vivo».
Ha tenido épocas en las que sonaba más desnudo, otras más arropado, más latino, más cantautor
¿En qué punto se halla ahora? Como músico, lo que me gusta es haber podido tocar todas esas vertientes y meterlas en una sola. Cuando empecé tenía una influencia muy poderosa de la Nueva Trova Cubana, de Silvio Rodríguez sobre todo, pero también de Pablo Milanés. Luego empecé a adentrarme en la música brasileña, más tarde en la argentina con Fito Páez y otros
El logro ha sido crear un sonido mío lo más personal posible, que no es sino una mezcla de todo.
¿Es consciente de que hoy es usted para muchos lo que Silvio era para usted? Sí, hay gente como Marwan o Andrés Suárez que me transmiten que fui importante para ellos, que escuchaban y tocaban mis canciones cuando empezaban. Me enorgullece, pero no es una responsabilidad, es una decisión de ellos. Silvio tampoco tenía la culpa de que yo lo siguiera.
¿En 30 años da tiempo a arrepentirse de algo? A nivel artístico y musical, si soy sincero, no. Nunca hice nada por imposición externa, siempre he sentido libertad para hacer mi música. Podría arrepentirme de determinadas promociones, cosas a las que me he visto arrastrado por la discográfica, y que quizá no volvería a hacer.
La pregunta que hacía Luis Pastor en una canción: ¿Dónde están los cantautores? ¿Están a la altura del momento que vivimos? Sí están, y lo bueno es que no solo están ellos, sino que el compromiso social se ha extendido, y ahora encuentras grupos de rock, de pop o de hip hop con letras reivindicativas. Entre los cantautores hay de todo, pero prima siempre una actitud progresista, es difícil encontrar un cantautor, incluso un músico, que sea de derechas.
LEstaca de Lluis Llach clausuró el congreso de Podemos. ¿Anacronismo o vigencia? Al margen de mi opinión personal, creo que si hubieran cerrado con otra canción, les habrían llovido críticas igual. Se analiza a Podemos con una lupa gigantesca, y eso es solo producto del miedo que están provocando, porque están acaparando un espacio a marchas agigantadas. Podrían haber terminado con una canción que no recordara a otra época, pero no hay que perder de vista que Podemos es el primer partido que hace una asamblea pública y transparente. Eso es lo importante.
Usted como otros cantautores ha acercado la poesía de gente como Neruda o Ángel González a públicos que tal vez no cogen un libro. ¿Se lo agradecen los planes de fomento de la lectura? La poesía ha sido desde siempre un género muy minoritario, y mi experiencia me dice que la música logra trasladarla, en efecto, a públicos mayores. Ángel González, que estaba acostumbrado a lecturas para auditorios muy pequeñitos, se sorprendió cuando nos juntamos para hacer nuestro proyecto juntos de que pudiéramos llenar un teatro. Creo que los versos deberían tener su cauce, y la música crea ese cauce. Pero hay poetas como Benedetti que por sí solos llegaron a un espectro mucho mayor. Yo recuerdo una lectura del uruguayo hace 25 años, en La Laguna (Tenerife), donde había 500 personas. Eso no es lo normal. Quizá las instituciones pudieran hacer algo más, eso ayudaría a la poesía y también a la música...
El respetable conoce a Pedro Guerra de sobra, pero mucha gente no conoce a sus teloneros, ¿podría contar algo de ellos para animar el ambiente de cara al concierto? A Marwan lo conozco bien, porque he grabado con él y es estupendo; a El Kanka un poco menos, pero ya hemos tocado juntos. Creo que son de lo más interesante que ha salido de las nuevas generaciones. Será un concierto súper completo.
Para terminar, ¿hay gasolina para otros 30 años? ¿Otros 30? Sí, por supuesto. [Risas]
