-¿Qué le llevó a presentarse a presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla?
-Me lo pidió la junta anterior. Juan Robles se reunió conmigo y me dijo que había decidido no presentarse, aunque seguirá colaborando. Me comentó que le gustaría que hubiera un cambio generacional y le dije que siempre que hubiera consenso estaba a disposición. A mí la cultura asociativa me viene de mi abuelo, que fue el presidente del sindicato vertical y mi padre fue uno de los fundadores de la asociación. Además, antes era vicepresidente con Juan Robles y llevo ocho años en la directiva.
-La nueva junta directiva se caracteriza por ser muy amplia en cuanto a representación.
-Queremos representar a Sevilla y a su provincia. Para ello queremos nombrar a un vocal por cada comarca, para que haya siempre una referencia cercana de la asociación a la que poder acudir. Lo mismo queremos hacer con los barrios de Sevilla, donde se va a ampliar la red asociativa con vocales en zonas como Nervión, Triana, el Casco Antiguo, pero también a bares y restaurantes de Sevilla Este y otros distritos, tanto si son asociados como si no, ya que en las negociaciones representamos a todo el gremio. Pero también hemos querido ampliar la representación por tipología. Bares, restaurantes, cafeterías... Somos 15 personas en la junta directiva con mucha ilusión.
-¿Cómo ha afectado la crisis al sector?
-Como a todos. En las plantillas ha habido que hacer recortes y ajustarnos a estos momentos. No se ha notado tanto en el número de clientes como en el precio medio de gasto, que ha bajado un 40%. Antes un cliente que se sentaba en una mesa y se gastaba 60 euros ahora sigue viniendo, pero gasta menos. En ese sentido, hay que agradecer el esfuerzo de las plantillas para atender al mismo número de clientes con menos personal.
-¿Se van a proponer acciones conjuntas para superar la crisis?
-Tenemos muchas ideas, como puede ser la promoción. De hecho, hace poco hemos presentado la guía Sevilla Sabe. También vamos a fomentar el asesoramiento a los hosteleros tanto en temas de legislación como en fuentes de financiación, más aún ahora que es más difícil con los bancos.
-¿La formación del personal será otro de los puntos importantes en estos cuatro años?
-La formación es absolutamente necesaria. Es bueno para nosotros, pero también lo es para Sevilla y España. Somos la imagen de la ciudad para muchos visitantes, que nos valoran con un 8,64, casi un sobresaliente. El que viene de fuera tiene que hacer tres comidas, de ahí la importancia de un buen servicio, en el que se incluye el conocimiento de idiomas.
-¿Se ha notado un descenso de turistas por la crisis?
-Antes teníamos un turismo de más calidad, que gastaba más. Eso no quiere decir que no le demos la bienvenida al turista que viene y come de bocadillo.
-¿Qué otros proyectos tienen en mente?
-Queremos ampliar nuestro ámbito. Tenemos la idea de hacer algún proyecto social.
-¿De qué tipo?
-Pues si nuestra especialidad es dar de comer, por ahí van los tiros. Algún tipo de comedor, para ayudar a personas con menos poder adquisitivo. De hecho, la asociación ya colabora con el Banco de Alimentos de Sevilla.
