El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. / EFE
El madrileño Pedro Sánchez ha sido hoy elegido nuevo secretario general del PSOE en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba, ya que los mil delegados asistentes al congreso federal extraordinario han ratificado por aclamación el resultado de la consulta a las bases del pasado 13 de julio.
Nada más reanudarse el cónclave, la presidenta del congreso, Susana Díaz, ha propuesto a los asistentes la ratificación del dictamen de la comisión organizadora de la consulta, que ganó Sánchez con casi un 49 por ciento de los votos frente a sus dos contrincantes, Eduardo Madina (36 por ciento) y José Antonio Pérez Tapias (15 por ciento).
Para Díaz, éste era un momento "histórico". Su nombramiento no se ha sometido a votación de los delegados por primera vez en los 135 años de historia del PSOE.
Pedro Sánchez sustituye a Alfredo Pérez Rubalcaba, que esta mañana se ha despedido de sus compañeros defendiendo la vía federal como solución a las tensiones territoriales del país y prometiendo que será socialista hasta el final de sus días.
Ya se conocen algunos nombres de su nueva Ejecutiva, en la que hay varios secretarios regionales, empezando por el de Organización, César Luena, y en la que Andalucía tiene un peso importante, ya que la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, estará como miembro nato una vez que sea elegida nueva responsable del Consejo de Política Federal.
El nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asumido este sábado el liderazgo del partido con el compromiso de cambiarlo para poder cambiar España y ha reclamado a todos los socialistas que empiecen a "hablar de los problemas de los españoles" y "lo justo del PSOE".
Sánchez ha tomado la palabra después de que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunciara su proclamación como nuevo líder del partido, y ha comenzado dando las gracias a los "militantes de base" que han hecho con su voto que el PSOE esté "haciendo historia".
El nuevo secretario general se ha mostrado convencido de que los socialistas pueden recuperar la confianza de los españoles y, para eso, ha animado a sus compañeros a dejar de contar los votos que pierden para empezar a contar los votos que van a "recuperar". Porque, según ha dicho, el Gobierno del PP va a ser un Ejecutivo de "cuatro años".
Y se ha dirigido a todos los españoles para decirles que no les va a pedir "un acto de fe" para que crean en él. "No se trata de eso, lo único que voy a pedir es que escuchen lo que pedimos, que atiendan lo que proponemos y que observen lo que hacemos", ha afirmado.
Además, ha anunciado que en su mandato va a aplicar la "honradez intransigente" y ha garantizado que no le va a temblar el pulso para echar a "ningún corrupto o corrupta del partido".
