Es admirable el valor del guitarrista Pedro Sierra, un catalán que es ya sevillano de padrón y de corazón. Ha creado su propio sello discográfico, La Voz del Flamenco, con el que le ha producido obras a Manuel de Paula, Miguel López y La Tobala, su esposa. En estos tiempos que corren, en los que se piratea todo lo que se menea, es para tener más valor que El Guerra. Además de un buen guitarrista y un interesante productor discográfico, Pedro es un artista con personalidad que no busca sólo el dinero; es de los pocos flamencos que han entendido que en este arte hay que poner el alma, además de la mano. La mejor manera de premiar su labor es acudiendo a las tiendas a comprar sus discos. Lo digo porque desde que decidí ser editor de libros, sólo me encuentro con lumbreras que quieren que les toque la lotería sin comprar el décimo. Sería interesante preguntarles cuántos libros y discos de flamenco compran al año. Mejor no hacerlo. ¡Uff!
