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Peleas de 'buena' vecindad

La españolidad de Ceuta y Melilla reabre viejos roces con Marruecos

el 26 sep 2010 / 19:09 h.

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Las relaciones entre España y Marruecos han estado en la picota desde el verano con Melilla como protagonista. Primero cuatro marroquíes acusaron de malos tratos a la Policía española, luego hubo un bloqueo comercial de Marruecos a Melilla y en tierra de nadie se colgaron carteles vejatorios contra las policías españolas.

 

Un pequeño conflicto diplomático que zanjó el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en Rabat, aunque previamente había mediado el rey Juan Carlos para sofocar el incendio. Unas llamas que estuvieron a punto de reavivarse con las visitas de José María Aznar y Mariano Rajoy a Melilla. Al final las aguas parecen volver a su cauce. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el rey alauí, Mohamed VI, mantuvieron la pasada semana un encuentro en Nueva York. Una cita que pasará a la posteridad por la foto, no por haberse tratado el conflicto en profundidad. Ahora habrá que esperar si las buenas intenciones se mantienen o si por el contrario vuelven a saltar chispas en Ceuta o Melilla, dos ciudades cuya soberanía reclama Marruecos.

El Correo ha pulsado la opinión de dos expertos, a los que ha realizado las siguientes pregunas: ¿Los últimos incidentes son los más graves vividos con Zapatero?; ¿Marruecos ha exagerado con las visitas de Aznar y Rajoy a Melilla?; ¿Cómo son realmente hoy las relaciones bilaterales?; ¿La diplomacia española está actuando con diligencia?; ¿En el conflicto Ceuta-Melilla quién ganará la batalla?; ¿Las posturas sobre el Sáhara están muy alejadas?; ¿Qué papel juega la Unión Europea en las relaciones entre España-Marruecos?; España y Marruecos son dos países vecinos, ¿tienen muchos aspectos en común o, por el contrario, son muy diferentes?

Manuel José Terol Becerra. Catedrático de Derecho Constitucional de la Pablo de Olavide

«Francia tiende a incordiar en la relación hispano-marroquí»

Sí. No recuerdo nada parecido desde que está en el Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. Pienso que los problemas entre España y Marruecos gravitan sobre varios asuntos: somos vecinos y todos los vecinos tienen problemas; hay una actitud de incordio por parte de Francia que tiende a entrometerse cuando España sobrepasa o está a punto de sobrepasar a Francia en inversiones en Marruecos y, además, está el tema del petróleo marroquí que lo están explotando dos empresas españolas, una británica y una marroquí, quedándose fuera Francia. ¡Qué casualidad! Francia explotará cualquier conflicto que haya entre España y Marruecos, por pequeño que sea, para recordar a Marruecos dos hechos que son dolorosos para ellos: la soberanía española sobre Ceuta y Melilla. A ello se une que todos los partidos de la oposición, ahora que viene un momento electoral, se empeñan en hacer ver que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero es débil en política exterior. En España debe haber un pacto de Estado para que haya temas que no se discutan como es el caso de Marruecos. Es algo prioritario, gobierne quien gobierne.

La visita de Mariano Rajoy y de José María Aznar a Melilla tiene una explicación clara: esa ciudad está gobernada por el PP y han ido a captar votos.

Las relaciones entre la sociedad civil son magníficas. Están mejor que nunca, cosa que no ocurre con Portugal, que parece que para España no existe.

Tiene que cambiar. La diplomacia la están realizando funcionarios y un tema tan importante como las relaciones con Marruecos no deben estar sólo en manos del embajador por muy bueno que sea. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, se tiene que implicar mucho más.

Eso no tiene una solución a corto plazo, es como el caso de Gibraltar. Habría que buscar una solución imaginativa, en la que esas dos ciudades tengan un estatus internacional especial como lo tiene ahora Gibraltar. Reino Unido se está desentendiendo y Gibraltar es el que está adoptando decisiones. Puede pasar lo mismo con Ceuta y Melilla, que España se desentienda, y estas ciudades tengan su propia capacidad de decisión en el terreno internacional.

Los saharauis necesitan que se les dé una solución a sus problemas. Tienen que vivir como personas. Ahora están asentados en Mauritania, Argelia y Marruecos, si se encuentra una solución mediante el proyecto que ha presentado Marruecos a la ONU de descentralización política respecto de Rabat, eso puede solventar el problema para los saharauis que residen en el lado marroquí, pero eso también depende de que los saharauis acepten. Hay que tener cuidado con el Frente Polisario que tiene de rehenes a esos saharauis.

Es fundamental para que las relaciones sean buenas entre ambos países y así está sucediendo. Un ejemplo es el acuerdo Euromediterráneo.

Muchas cosas, como la historia, la cultura, las costumbres, la comida...


Mohamed Amrani-Boukhobza. Profesor de Derecho Público de la Universidad de Tánger-Tetuán

«La diplomacia española tiene que cambiar de actitud»

Sí, pero esto siempre sucede cuando se aproximan las elecciones, porque Marruecos es un tema que los partidos políticos españoles sacan a relucir durante la campaña electoral. Además, ahora hay un cambio muy importante en el Mediterráneo y tanto España como Marruecos quieren estar uno delante del otro.

No. En Marruecos ha habido un cambio muy importante que le permite realizar una nueva política exterior. Marruecos ha reaccionado a un ataque contra los derechos humanos por los incidentes con la Policía en la frontera de Melilla. Además la sociedad civil española está en contra de Marruecos por cuestiones como los derechos humanos y ahora Marruecos ha marcado puntos contra el Gobierno español. También hay una diferencia entre el Marruecos de hace unos años y el de hoy y España. Ahora España está en crisis y Marruecos tiene una estabilidad económica muy importante que le permite estar cómoda frente a España. La situación ha cambiado a favor de Marruecos.

Algo no va bien. En los medios marroquíes la reunión entre Zapatero y Mohamed VI en Nueva York no se ha mencionado, se ha obviado. En cambio, los otros encuentros que ha mantenido el Rey con otros responsables políticos sí han tenido su repercusión.

La política de Zapatero respecto a Marruecos debe cambiar y asumir que Marruecos es un estado soberano. Todavía se mira a Marruecos como si estuviésemos en el periodo del colonialismo. Los asuntos con Marruecos se tienen que tratar como lo hacen los embajadores de otros países.

El tema de Ceuta y Melilla va a cambiar mucho en Marruecos, porque ahora la sociedad civil y los partidos sí pueden hablar de su situación y, por ello, cada vez que España cometa un error la sociedad podrá pedir al Gobierno que haga algo. Por ello Marruecos no va a tratar la situación de Ceuta y Melilla como antes, cuando no se hablaba del tema, ahora cada año se evoca esta cuestión.

En este tema en Marruecos también se han experimentado grandes cambios. Antes estaba prohibido hablar del Sáhara, ahora sí hay debate nacional sobre el tema, es la primera pata para lograr una solución. El proyecto marroquí es una iniciativa de la sociedad, pero para resolver el problema necesita la colaboración de España y Argelia. El Gobierno español sí está dando apoyo moral al proyecto marroquí, el problema es la sociedad civil española que da apoyo a la separación del Sáhara de Marruecos. Tememos que si en un futuro hay cambios políticos el nuevo Ejecutivo pueda cambiar de actitud.

La Unión Europea desea que haya la mejor relación entre España y Marruecos porque son frontera, y ello también repercute en que haya buena sintonía entre Marruecos y Europa.

Multitud de cosas, pero el problema es que los españoles saben muy poco o nada de Marruecos.

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