Al frente del Valencia llega hoy Mauricio Pellegrino, aquel buen central zurdo para cuya desgracia sólo se suele recordar que falló un penalti en la tanda de la fina de la Liga de Campeones contra el Bayern de Munich. El jugador dio paso al entrenador y esta tarde, de nuevo con el murciélago che en el pecho, el argentino se estrena en los banquillos del Villamarín ante un rival del que habló muy bien ayer. "Será un partido duro y complicado. El Betis tiene muy claros sus conceptos y necesitamos estar a un nivel alto. Ojalá podamos seguir en esta línea, además tenemos margen de mejora", advirtió.
Su rueda de prensa de vísperas, sin embargo, estuvo más centrada en otros asuntos más domésticos de la ciudad del Turia, como el eterno dilema sobre quién será el portero. "Mañana jugará un portero. No sé el motivo por el que se vuelve el tema más relevante de cada partido. Nadie me pregunta por Barragán y Pereira o por Tino y Parejo", sentenció Pellegrino.
En cuanto al planteamiento del equipo, tras las novedades introducidas el otro día ante el BATE Borisov, el exjugador señaló que casi todos los conjuntos españoles juegan ahora con tres centrocampistas. "Hay pocos equipos aquí que juegan con dos. Jonas, cuando juega, lo hace por detrás del delantero", aclaró. Una de las dudas de su alineación es precisamente si recurrirá al brasileño, con Tino Costa detrás, o adelantará al argentino para que Albelda repita junto a Gago.
"No podemos esperar a frotar la lámpara en un par de ocasiones para sacar el partido. No conozco otro camino que no sea esforzarse. El talento nace a partir del esfuerzo y de un equipo que lo entrega todo", resumió finalmente.
