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Pena máxima para las acusadas de asesinar a la niña de Seseña

La autora cumplirá 5 años de internamiento y la encubridora, dos de libertad vigilada.

el 13 dic 2010 / 18:50 h.

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Los padres de Cristina Martín de la Sierra, ambos muy apenados, junto a la abogada de la familia, María Ponte, ayer.
Las dos menores acusadas por el crimen de Cristina Martín de la Sierra, la niña de 13 años de edad hallada muerta el pasado mes de abril en una vieja cantera de Seseña, en Toledo, reconocieron ayer el crimen. Ambas deberán cumplir ahora la pena máxima que contempla la Ley de Responsabilidad del Menor en España, tal y como pedían la Fiscalía y los familiares de la fallecida.


Así y según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la presunta autora del crimen, C.H.S., de 14 años, deberá cumplir una pena de cinco años de internamiento y tres más de libertad vigilada por un delito de asesinato con alevosía. Mientras, para la acusada de encubrimiento, N.N.N., de la misma edad, la condena será de dos años de internamiento en régimen semiabierto, en los cuales se incluirá "un periodo final de libertad vigilada".


Donde ha habido desacuerdo entre las partes ha sido respecto a la indemnización que deberá pagar la principal acusada a la familia de la víctima y que tendrá que fijar el juez de menores cuando comunique la sentencia. Los padres de la fallecida, Francisco y Pilar, han solicitado una indemnización de 300.000 euros, cuantía que la Fiscalía ha reducido hasta 150.000 euros.


A la salida de los juzgados, Francisco Martín de la Sierra, padre de la menor fallecida volvió a pedir la pena de muerte para la acusada. Así, declaró que aunque están satisfechos con el juicio de conformidad, "no está contento", ya que en su opinión, la autora del crimen debería cumplir "cadena perpetua". En cuanto a lo sucedido en la sala de audiencia, donde por primera vez tras lo ocurrido han visto a las acusadas, el padre reconoció que se han sentido "impotentes".


Tras la confesión de culpabilidad de las jóvenes no ha sido preciso celebrar el juicio que se iba a desarrollar durante tres días entre fuertes medidas de seguridad para evitar que se conociera la identidad de las menores, que llegaron ayer a los juzgados en un coche camuflado de la Policía.


Así, las acusadas, compañeras de instituto de la fallecida, llegaron minutos antes de las diez de la mañana a la sede judicial, procedentes del centro de menores donde están internadas. El vehículo entró por la puerta del garaje de los juzgados para preservarlas así de las cámaras de televisión y de los fotógrafos, a los que tampoco se permitió el acceso al edificio, custodiado por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía. Estos mismos agentes tuvieron que proteger la entrada a los juzgados de los padres de la menor fallecida del acoso de los numerosos periodistas.


Apoyo a la familia. A las dependencias policiales también acudió ayer para apoyar a la familia de la víctima María del Mar Bermúdez, madre de Sandra Palo, la joven de Getafe (Madrid) que fue asesinada y violada por cuatro jóvenes, tres de ellos menores, hace ya siete años. Bermúdez criticó, al igual que lo vienen haciendo la familia de Cristina, las escasas y "ridículas" penas que contempla la Ley del Menor para este tipo de delitos.


El asesinato por el que fueron condenadas ayer las dos menores se produjo hace ocho meses, cuando Cristina Martín de la Sierra fue encontrada muerta por la Guardia Civil. Su cadáver fue hallado en una antigua cantera de yeso a las afueras de Seseña, lugar donde la presunta autora del crimen y la fallecida, que no tenían buenas relaciones, se citaron para hablar. Durante la discusión, la presunta autora del crimen, C.H.S., la agarró del cuello y tras tirarla al suelo le golpeó la cabeza con una piedra, para finalmente asestarle varios cortes en la muñeca que le hicieron morir desangrada, en una agonía que pudo durar dos o tres días, según los forenses del caso.


Ese mismo día, la menor N.N.N., amiga íntima de C.H.S., supo, por el relato de ésta, cómo había matado a Cristina y posteriormente ambas se desplazaron al sitio donde se encontraba el cuerpo. Pese a ello, N.N.N. no reveló información sobre el paradero de la fallecida, "favoreciendo la impunidad de la conducta criminal de C.H.S".

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