En octubre del año pasado, el Ayuntamiento de Écija anunció que, en dos años, el Palacio de Peñaflor sería un hotel de lujo, tras adjudicar a una nueva empresa unas obras paralizadas. Apenas cinco meses después, el Consistorio espera la renuncia de esa sociedad para volver a adjudicar el proyecto.
La historia de la conversión del Palacio de Peñaflor en un hotel de lujo va camino de convertirse en el cuento de nunca acabar. O de ser una obra que, como dicen popularmente los ecijanos, dura más que la de la Iglesia de Santa Cruz. Y la comparación no es gratuita: la parroquia mayor astigitana empezó a construirse en el siglo XIII y aún está por terminar.
Según el Gobierno local ecijano (PSOE), lo que ha ocurrido con las obras del Palacio de Peñaflor es que la empresa adjudicataria de la construcción del hotel ha disuelto la sociedad "por problemas internos de sus socios".
Los nuevos se comprometieron a continuar con las obras "pero unos días antes de Semana Santa retiraron los andamios que anticipaban las obras".
Ante lo que considera un claro incumplimiento de los plazos previstos en la obra, el Ayuntamiento "ha iniciado el procedimiento administrativo para anular la concesión", asegura el alcalde, Juan Wic.
Antes de este nuevo problema, y antes de que volviera a retomarse la conversión del palacio en hotel en octubre pasado, las obras estaban empezadas pero paradas por problemas internos de la empresa Promobys, a la que se adjudicaron las obras en noviembre de 2005 y que se comprometió a abrir el hotel a mediados de 2007.
Entonces, el Gobierno local socialista entendió que el motivo de la paralización de las obras residía "más que en un problema entre socios de una empresa en que el Ayuntamiento insistía en que hubiera un elemento de gestión hotelera entre los adjudicatarios, que es lo importante", según el concejal de Turismo, Empleo e Innovación, José Joaquín González.
Ese problema quedaba zanjado con la creación de la Unión Temporal de Empresas (UTE) Palacio de Peñaflor, que se hacía cargo de las obras en octubre pasado, ya que uno de los tres socios era la empresa Jale, que participaba en la gestión de hoteles en edificios singulares en Andalucía, similares al astigitano palacio de los balcones largos.
Ha sido precisamente Jale la empresa que, según el Ayuntamiento por problemas internos, ha roto la sociedad formada y ha dejado solos a los otros dos socios, dos constructoras sin experiencia en la gestión hotelera.
Ahora, el Consistorio espera la respuesta de la adjudicataria para proceder a anular la concesión de las obras y la gestión del hotel y volver a adjudicar las obras..
