La cita es en una cafetería para que nadie piense que yo como candidato hago uso de las dependencias de la hermandad. Pepe Moreno (Sevilla, 1950) opta el 9 de febrero a salir reelegido como hermano mayor de Los Gitanos. Enfrente tendrá a un histórico, Juan Miguel Ortega Ezpeleta.
¿Ha logrado enderezar el rumbo de la hermandad en estos cuatro años de hermano mayor? No todo lo que me hubiera gustado. Una de los motivos por los que me presento es para seguir avanzando en ese camino.
¿Es verdad que le tendieron la mano para que sólo hubiera una candidatura en las elecciones? Yo nunca asistí a ninguna de esas reuniones que han salido a relucir. Tuve una visita de cortesía de Juan Miguel Ortega para anunciarme que se presentaba a hermano mayor. Cuando me visitó yo todavía no había decidido presentarme a la reelección y sí es verdad que me llegó a decir, cosa que no era muy normal, que si yo me decidía, tenía un hueco al lado de él. Yo le respondí que si yo me presentaba, él tendría un hueco al lado mío.
¿Llega a las elecciones con alguna espinita clavada? ¿Le gustaría borrar algo de estos cuatro años? Ha habido decisiones que he meditado mucho y no he tomado porque he valorado más el perjuicio que pueden ocasionar que el arreglo que ofrecen. Un hermano mayor debe meditar mucho las decisiones en cada momento para no desestabilizar nunca la hermandad. Y a lo mejor hay quien esperaba algo más de mí en algún momento .
Mencione tres motivos por los que los hermanos deben depositar de nuevo la confianza en usted. Cercanía. Amor. Y unidad.
¿Es de los que opinan que Ortega Ezpeleta condujo a la hermandad en sus años de gobierno a sus más altas cotas patrimoniales? Sin duda alguna. Creo que en su mandato se han hecho las cosas que hoy en día vemos en el templo, sin olvidarnos siempre de nuestra benefactora, la duquesa de Alba. En los tiempos de Juan Miguel es cuando patrimonialmente más se ha crecido. Hay que darle a cada uno su valor. Todos los hermanos mayores han ido aportando cada uno en su etapa hasta llegar hasta hoy. Patrimonialmente, como en la etapa de Juan Miguel no ha habido otra, pero hay otros patrimonios humanos que también son muy importantes.
¿Es verdad que se ha llevado a cabo un columbario distinto al proyectado inicialmente aprobado? El columbario existe, está funcionando y hay depositadas las cenizas de 20 hermanos. Le puedo decir que hay muchas lágrimas y oraciones rezadas ahí abajo.
¿Por qué tras nombrar a Juanma Martín padre como capataz honorífico se prescinde de su concurso delante del paso del Señor? Uff, eso es muy complicado. Yo tuve que tomar una determinación en su día que creo que fue muy acertada. A Juanma se le respeta y quiere muchísimo, pero hubo que tomar ciertas determinaciones necesarias. Juanmita, el actual capataz del Señor, no estaba involucrado en ese lío y ahí sigue sin ningún problema.
¿Por qué se rechazó en su día la petición de 87 hermanos de realizar un cabildo extraordinario para tratar el tema de la hipoteca de la casa de hermandad? En mayo me visitaron cinco hermanos para ofrecerme la posibilidad de encontrar una financiación mejor que la que nos ofrecía el banco. Les contesté que con un cuarto de punto de rebaja que lograran que adelante. Yo retrasé la firma de la hipoteca hasta el último día antes del cabildo esperando esa mejor financiación, pero no llegó. Y tuvimos que firmarla porque de lo contrario el banco nos modificaba las condiciones. Todavía estoy esperando esa financiación mejor.
¿Le ha ofrecido a usted ya algún hermano ayuda para financiar la casa de hermandad? Sí, 6.500 hermanos. La casa va a salir de la cuota de los hermanos. Uno de cada diez euros será para la casa de hermandad. Mis 6.500 hermanos son los que me ofrecen esa financiación. Ellos han elegido el proyecto, la financiación y ahora la van a pagar. Lo que no evita que la persona que venga a aportar, sin condicionantes ningunos y sin exigir nada, será bienvenida.
¿Cuántas veces se ha relacionado con la Casa de Alba en estos cuatro años? Más de lo que algunos se imaginan. He charlado amablemente con ella en su casa, hemos hablado de cofradías y de algo que nos apasiona a los dos, los toros. Cada vez que ella me ha llamado, he acudido con gusto. Yo nunca lo he solicitado, pero cada vez que me llame, estaré allí.
¿Cree que hay quien instrumentaliza sus buenas relaciones con la Casa de Alba para avalar proyectos? Ni tengo noticias ni pienso en ello. De todas formas, la duquesa cuando da creo que lo da porque ella quiere mucho a su hermandad; no creo que nadie tenga que utilizar a la duquesa para eso. Hay que tener mucho cuidado con eso, porque otra cosa podría crear confusión.
Ahora la agrupación musical de la hermandad es una bendición de Dios... El que se esté reconociendo ahora mismo la apuesta que hicimos por los músicos de la hermandad es de las satisfacciones más grandes que me he llevado en los últimos días. Lo que para algunos era el epicentro de los males de la hermandad, resulta que ya no lo es.
¿Es la agrupación el mayor granero de votos de su candidatura? Yo aposté por algo que podía salir mal o podía salir bien. Hoy en día reitero mi alegría por la evolución de la sección musical.
¿No teme que se conviertan en un lobby de presión? Vamos a trabajar para que sean unos hermanos de a pie que piensen como hermanos y voten lo mejor para la hermandad.
¿Seguirá Pedro Pacheco como director musical de la agrupación? Si salgo elegido, totalmente.
¿Habrá cambios en los puestos de responsabilidad de la cofradía? No va a haber cambios, aunque eso es año a año. Si cuando pase la Semana Santa ha habido un problema con uno de los puestos de responsabilidad, entonces ya se verá.
¿Usted se identifica con la Virgen la vista quien la vista? Totalmente. A mí me ha gustado la Virgen desde que tengo uso de razón. Y con Antonio Bejarano son casi unánimes las felicitaciones que recibimos por cómo está vestida la Virgen. Algo tiene que tener este hombre en esas manos, porque cada día la veo más bonita y cada vez tiene más devoción en Sevilla.
