Cultura

Pereza encandila de nuevo a Sevilla en su concierto sorpresa

El dúo madrileño actuó anoche por sorpresa en la Sala Fun Club, donde un centenar de personas corearon sus canciones. 

el 10 dic 2009 / 11:22 h.

De sorpresa, y sobre la marcha, Pereza tocó anoche en la sala Fun Club de Sevilla, apenas un mes después de su último concierto en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad. Aficionados a tocar ante pequeños aforos, rememoraron su primera actuación en la capital hispalense en el año 1999, en la misma sala, "pero prácticamente vacía". Diez años y ocho discos después, volvieron para ofrecer al público un concierto especialmente íntimo. El buen rollo y la complicidad de Rubén & Leiva, así como de todo el grupo, se dejaba patente sobre el escenario. Y no tardaron en transmitir esa energía al público, al que con los acordes de la primera canción -Leones- se metieron en el bolsillo.

Y lo cierto es que la sala estaba llena, a pesar de la nula publicidad que se dio al evento. Apenas un centenar de afortunados que tuvieron la oportunidad de ver un concierto exclusivo. Pero no todo iba a ser perfecto: los problemas de sonido fueron una constante, sobre todo en las primeras canciones cuando la música iba siempre por encima de las voces, lo que obligaba a tener que adivinar las palabras de Rubén & Leiva. Aunque el público ayudó lo suyo coreando sin cesar las canciones. Hasta el mismo Leiva tenía que pedir silencio para poder cantar, y que se escuchara, temas tan intimistas como "Amelie" o "Llévame al baile".

Con un repertorio muy parecido, por no decir idéntico, al que cantaron el pasado 15 de noviembre en Fibes, hicieron un repaso por "Animales", "Aproximaciones" y su último álbum, "Aviones". La gran pega, la imposibilidad de satisfacer a todo el mundo a la hora de marcar el repertorio. Canciones como "Princesas", "Si quieres bailamos" o "Pienso en aquella tarde", como tantas otras según a quién se le pregunte, faltaron, pero es cierto que en una hora y media de música, sólo "caben" 19 cortes preseleccionados.

Pero antes de terminar, los problemas volvieron a hacer acto de presencia. "Grupies" acababa casi por accidente, entre miradas de asombro de Rubén & Leiva: se fue la luz. Un simple "nos vamos" en boca de Leiva fue toda la despedida que el dúo brindó al público, que pedía su vuelta al escenario a voz en grito. De allí no se movía nadie -aún faltaban por cantar dos canciones de los bisses- y sólo cuando los técnicos empezaron a desmontar el equipo, el público fue consciente de que aquello, efectivamente, se había acabado.

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